Que los antioxidantes se hayan convertido en ingredientes básicos de cualquier sérum no es casualidad ni obedece a una simple moda cosmética.
La oxidación está detrás de la mayoría de los procesos cutáneos que desembocan en todas las manifestaciones que identifican una piel añosa y ajada.
El uso de antioxidantes es, quizá, la mejor forma de prevenir, retrasar y contrarrestar los efectos tanto del fotoenvejecimiento y otras causas exógenas del envejecimiento como las endógenas.
Muchos sérums contienen ingredientes antioxidantes, pero hay ocasiones, temporadas y circunstancias en las que lo indicado es utilizar uno especialmente pensado para ayudar a la piel a luchar contra los radicales libres.
Para que puedas elegir el mejor, hemos hecho nuestra selección y te la presentamos.
Hacemos un análisis de cada uno y sus ingredientes principales porque es la mejor forma de que puedas hacerte una idea de cómo van a actuar en tu piel en función de sus características concretas y la sinergia creada por la suma de todos sus componentes.
Un aviso: si estás embarazada o crees estarlo, consulta con tu médico porque muchos aceites esenciales están contraindicados en el primer trimestre y otros durante todo el embarazo.
Contenido de la entrada
Nezeni Sérum de Vitamina C
¡Una auténtica maravilla!
Con una fórmula sencilla a base de pocos ingredientes, Nezeni, de nuevo, consigue un sérum suave, fácil de aplicar, que la piel absorbe inmediatamente y ofrece resultados espectaculares desde el primer momento.
En unas semanas el rostro recupera luz y vitalidad mientras los signos de envejecimiento y/o cansancio se van difuminando y el cutis se tonifica, se vuelve más terso, suave y uniforme: desaparecen arrugas, las manchas y ojeras se difuminan, la dermis se redensifica y se repara profundamente desde dentro.
Aquí tienes en INCI y su análisis:
Aqua, Propanediol, Glycerin, Aloe Barbadensis Leaf Juice, Ascorbyl Glucoside, Hydrogenated Ethylhexyl Olivate, Tromethamine, Sodium Hyaluronate, Biosaccharide Gum-1, Trisodium Ethylenediamine Disuccinate, Acacia Senegal Gum, Xanthan Gum, Lecithin, Caprylyl Glycol, Ethylhexylglycerin, Hydrogenated Olive Oil Unsaponifiables, Sodium Carrageenan, 1,2-Hexanediol, Potassium Sorbate, Sodium Benzoate, Sea Salt, Parfum, PEG-40 Hydrogenated Castor Oil, Sodium Acrylates Copolymer, Phenoxyethanol.
Pocos y potentes activos que penetran rápida y fácilmente gracias a ingredientes transportadores naturales y altamente afines con la piel, como el propanediol y la glicerina, con propiedades humectantes, calmantes, antiinflamatorias y regeneradoras. Ambos crean, además, un entorno perfecto para recuperar y mantener tanto la capa córnea como el manto hidrolipídico de la epidermis, que constituyen la primera línea de defensa cutánea.
El aloe vera se elige por sus múltiples factores de cuidado y renovación: es un gran hidratante, reduce la inflamación y calma, refresca, cura la piel y evita infecciones, limpia, suaviza, repara, neutraliza los radicales libres (antioxidante) y realiza una excelente labor de reparación y regeneración celular.
La vitamina C como el derivado más estable ascorbyl glucoside, garantiza un aporte generoso de este súperantioxidante (contiene la máxima cantidad tolerada) en un formato que la piel absorbe y transforma en ácido ascórbico puro, evitando así los problemas que este ingrediente puede causar tanto a la fórmula como a la piel, por su inestabilidad y su potencial como irritante: todas las ventajas y ningún inconveniente.
Su acción antioxidante alcanza tanto la oxidación natural de la piel como la originada por una continua exposición a factores exteriores, desde la contaminación hasta las radiaciones solares, siendo especialmente efectiva en la protección a nivel celular contra estas últimas.
Impulsa la síntesis del colágeno, mejorando la consistencia de la piel; su acción exfoliante, limpiadora y antimicrobiana resulta en una mejora de todos los estratos cutáneos y una superficie facial lisa, suave y uniforme; tiene una increíble capacidad hidratante que se multiplica cuando está asociada a otros ingredientes semejantes en este sentido, como el aloe vera y el ácido hialurónico; reduce manchas, marcas y cicatrices y devuelve luminosidad a la tez.
Plantsil es un compuesto (Hydrogenated Ethylhexyl Olivate + Hydrogenated Olive Oil Unsaponifiables) derivado del aceite de oliva que destaca por sus propiedades suavizantes, ya que aporta las características de las siliconas sin ninguno de sus inconvenientes. Es rico en ácidos grasos, antioxidantes y emolientes.
El ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular asegura que toda la piel recibe los beneficios de este ingrediente, conocido por sus grandes prestaciones como hidratante, pero cuyos beneficios van mucho más allá de la profundísima hidratación que proporciona: es antioxidante, antiinflamatorio, calmante y regenerador.
Se añade un activo que no solemos encontrar en los sérums y cuya presencia es un plus importante que marca la diferencia: un precursor del AH que estimula los mecanismos por los que la propia piel lo produce, dando como resultado una mejora notable y duradera en su metabolismo. Su efecto es más rápido y duradero que el del mismo ácido hialurónico.
Un sérum antioxidante que llega mucho más lejos, restituyendo el esplendor a la piel, que se vuelve más suave, más lisa, uniforme y joven.
Es no comedogénico, hipoalergénico y está dermatológicamente testado.
Se presenta en envase hermético, sobrio y elegante, con 30 ml, opaco y con aplicador de bombeo airless para evitar la contaminación y la posible degradación.
Debido a que contiene las cantidades mínimas necesarias de conservantes, tiene una caducidad de dos años desde la fecha de envasado.
Para adquirirlo deberás dirigirte a la página de Nezeni (un poco más barato) o a Amazon. Te aconsejamos la primera opción por varios motivos: el precio es mejor que en Amazon, te llegará muy pronto, en perfectas condiciones y tienen un servicio de atención al cliente envidiable, pero si nos quieres ayudar con una comisión puedes comprarlo a través de amazon 🙂
SantaVerde Xingu Age Perfect Serum
SantaVerde realiza todos sus cosméticos sobre una base de jugo de aloe vera orgánico unido a aceites vegetales, extractos y otros ingredientes naturales.
Tratándose de un sérum de base acuosa, contiene una cantidad importante de extractos de plantas y, por lo tanto, fragancias a las que se les añade, además, perfume.
Agregar perfume supone mejorar el olor del producto, pero también aumentar el riesgo de que este provoque reacciones adversas o alérgicas, haciéndolo poco seguro para muchas pieles.
Es un sérum muy agradable, que penetra bien y deja buenas sensaciones en la piel.
Hidrata y mejora el aspecto del cutis en unas pocas semanas, reduciendo arrugas, suavizando y recuperando firmeza y tono.
Dado que tanto el tocoferol (vitamina E) como la vitamina C están entre los últimos puestos de la lista de ingredientes, no vamos a contabilizarlos como activos sino como excipientes, ya que su proporción no puede tener un efecto real sobre la piel.
INCI completo:
Aloe Barbadensis Leaf Juice, Anacardium Occidentale Extract, Alcohol, Betaína, Simmondsia Chinensis Seed Oil, Alcohol, Sodium Lactate, Theobroma Grandiflorum Seed Butter, Cetearyl Alcohol, Bertholletia Excelsa Seed Oil, Theobroma Cacao Seed Butter, Ectoin, Solanum Lycopersicum Fruit Oil, Sodium Hyaluronate, Acmella Oleracea Extract, Helianthus Annuus Seed Oil, Chondrus Crispus Powder, Coco Glucoside, Tocopherol, Ascorbyl Palmitate, Sodium Phytate, Glycerin, Glyceryl Caprylate, Glucose, Xanthan Gum, Levulinic Acid, Sodium Levulinate, Parfum, Limonene, Linalool, Geraniol, Citral, Coumarin, Eugenol, Citronellol.
Ya hemos analizado el aloe vera y el ácido hialurónico.
En cuanto al extracto de semilla de anacardo, está aquí por su alto contenido en ácidos grasos y vitamina E, un gran antioxidante que protege la piel y la regenera.
Por su parte los ácidos grasos, también poseen características antioxidantes, protegen y regeran la piel (sobre todo la epidermis) nutriéndola y recuperando la piel seca y dañada.
La betaína es muy hidratante y el alcohol estabiliza la fórmula, cuida la piel limpiándola y ayuda a la penetrabilidad del sérum. Ambos son vehículos.
El aceite de jojoba es, quizá, el que presenta un mayor afinidad con el sebo cutáneo, haciendo que sea perfecto para el cuidado de la piel y que penetre en esta con facilidad, ayudando al resto de ingredientes en este sentido.
Tiene propiedades hidratantes, suavizantes, antioxidantes, regeneradoras y está indicado para todo tipo de pieles (equilibra la producción de grasa).
La manteca de copoazú o cacao blanco (Theobroma Grandiflorum Seed Butter) es ligera y se absorbe muy bien. Nutre e hidrata, siendo especialmente indicada para pieles dañadas y/o sensibles, ya que ayuda a restaurar la barrera cutánea.
La manteca de cacao (Theobroma Cacao Seed Butter) incrementa la acción antioxidante de este sérum gracias a su contenido en vitamina E. Hidrata, repara, protege y calma las pieles dañadas. Hay que destacar su contenido en selenio y magnesio.
Este sérum contiene ectoína, otro ingrediente antioxidante y antiedad, ya que estabiliza algunas estructuras celulares y proteínas como el colágeno; hidrata y mejora el efecto barrera.
No siendo un ingrediente demasiado común, hay que destacar el extracto de tomate por la cantidad de vitaminas que contiene, que junto con otros compuestos hacen que este jugo no solo proteja la piel de los radicales libres, sino que la hidrate, la limpie, la regenere y la calme.
En cuanto a la acmella oleracea, se trata de un aceite esencial capaz de paralizar los músculos, evitando las microcontracciones que provocan y empeoran muchas de las arrugas de nuestro rostro, pero sin afectar a su movilidad y naturalidad. Mejora el colágeno, es antioxidante y regenerador.
Este sérum está muy indicado para pieles sensibles o con problemas tipo rosácea, psoriasis, etc., pero si es tu caso, pruébalo antes para evitar que las fragancias y/o los alcoholes que contiene puedan irritarte.
La piel se vuelve más lisa y suave, con un extra de frescor debido al aloe.
No contiene gluten y es vegano.
El envase nos gusta, aunque preferiríamos uno menos transparente. Es elegante y cuidado, con un aplicador airless.
Weleda Serum Granada
Weleda es una marca muy conocida y una de las primeras que empezó a apostar por los productos naturales.
En este caso utiliza uno de los antioxidantes más conocidos, la granada.
Se trata de un sérum ligero, con pocos ingredientes, que penetra bien, aunque quizá le sobre algo de alcohol, que lo hace demasiado volátil.
Limpia y defiende la piel sin ninguna sensación grasa y está indicado para todo tipo de cutis, ya que es un gran hidratante y tiene propiedades astringentes.
Veamos su INCI:
Aqua, Alcohol, Glycerin, Aloe Barbadensis Leaf Juice, Punica Granatum Fruit Juice, Panicum Miliaceum Seed Extract, Prunus Spinosa Wood Extract, Xanthan Gum, Citric Acid, Fragrance, Limonene, Linalool, Geraniol, Citral, Coumarin.
Los primeros ingredientes son el agua y el alcohol, lo que explica que, efectivamente, resulte algo volátil (se evapora con cierta facilidad) y sea la razón por la que algunos usuarios comentan que tienen que utilizar más cantidad que con otros sérums.
La glicerina (de origen vegetal) y el aloe ya están analizados en los anteriores productos.
El extracto de granada ocupa el segundo puesto entre los activos, después del aloe, lo que es una buena señal.
Las propiedades antioxidantes de la granada son muy conocidas y es una de las fuentes naturales más rica en este tipo de activos.
Además es antiinflamatoria, astringente (que no seborreguladora), muy hidratante y no grasa; mejora la microcirculación y, por lo tanto, la desintoxicación y limpieza celular; es un regulador hormonal; favorece y estimula la producción de colágeno gracias a su contenido en vitamina A; iguala la tez y elimina manchas, cicatrices e irregularidades.
El extracto de mijo (Panicum Miliaceum Seed Extract) contiene carbohidratos que ayudan a la humectación de la piel; crea una película protectora e hidratante; aporta vitaminas, aminoácidos y minerales que retrasan el envejecimiento y nutren; alisa y limpia el cutis.
Finalmente, el extracto de madera de endrino (Prunus Spinosa Wood Extract) es rico en glucósidos, taninos, cumarina y vitamina C, lo que hace que sea al mismo tiempo astringente, limpiador, antiinflamatorio, antioxidante e hidratante.
Este sérum tiene un contenido importante de fragancias (lo que es común a todos los sérums hechos con extractos vegetales) y se le ha añadido perfume que, por muy natural que sea, no deja de ser perfume.
Nuestro consejo: haz una prueba antes de utilizarlo para asegurarte de que ni el alcohol ni las fragancias te producen reacciones.
De no existir estas, es un suero muy agradable, con buen olor (por descontado), que mejora el estado general de la piel, hidratándola, protegiéndola, regenerándola y devolviéndole firmeza.
Para algunas personas resulta excesivamente fluido, pero tenemos que recordar que el sérum no es nunca cremoso ni untuoso como las hidratantes, porque su objetivo es penetrar en la piel, no cubrirla, y suelen ser bastante fluidos (de hecho, un suero demasiado untuoso no hará bien su trabajo y dejará la piel pegajosa e incómoda).
Un punto más a su favor es el envase opaco que aísla perfectamente el producto gracias al sistema de dosificación.
Es vegano y no comedogénico.
Urang Vitamin Oil Serum
Una marca coreana que opta por productos sencillos y potentes, ingredientes naturales y veganos que dan muy buenos resultados.
Es el caso de este sérum para pieles maduras que apuesta por aceites vegetales de calidad, vitamina E (tocoferol) y el ácido linoleico.
Eminentemente oleoso, es, sin embargo, ligero y nada pringoso, penetra bien sin dejar restos (no en balde utiliza aceites muy afines con la piel), hidrata, regenera y aporta elasticidad y comodidad.
No faltan las fragancias y el añadido de perfume, así que ya sabes: ¡a probarlo antes de usarlo!
Pocos ingredientes y sin conservantes, porque los sérums a base de aceites no los necesitan y el tocoferol actúa también como un gran conservante.
Aquí tienes el INCI y su análisis:
Simmondsia Chinensis Seed Oil, Rosa Moschata Seed Oil, Tocopherol, Lavandula Angustifolia Oil, Rose Flower Oil, Commiphora Myrrha Oil, Boswellia Carterii Oil, Aniba Rosaeodora Wood Oil, Parfum, Limonene, Linalool, Geraniol, Benzyl Benzoate, Eugenol, Citronellol.
Puedes encontrar el análisis del aceite de jojoba más arriba.
La rosa mosqueta es un ingrediente muy utilizado por sus muchas ventajas para el cuidado y tratamiento de la piel: rica en ácidos grasos esenciales como el omega 3, el omega 6 y el ácido linoleico, proporciona a la piel una intensa nutrición, hidrata, calma y reduce la inflamación, cura, regenera y protege, siendo un gran antioxidante que, además, restaura la barrera cutánea.
La vitamina E es una de las vitaminas liposolubles (grasas) y es un magnífico antioxidante, realmente potente y está claro, por su posición en los primeros puestos del INCI que este sérum la contiene en una cantidad significativa. No es irritante, así que no te preocupes y disfruta de sus muchas ventajas para la piel: por sus capacidades antioxidantes incide de forma notable en la síntesis del colágeno; es un gran hidratante, regenerador y fotoprotector, capaz de proteger también la membrana celular.
El aceite de lavanda proporciona un cuidado integral de la piel incidiendo especialmente en los efectos calmantes y antiinflamatorios; por su parte el aceite de rosa incrementa el contenido de este sérum en ácidos grasos y activos antioxidantes; el de mirra, además, limpia la piel en profundidad, protege de los radicales libres, cura, es antiséptico, antiinflamatorio, regenera y reafirma; el de incienso en rico en aceites esenciales, antioxidantes, acelera la cicatrización y regeneración cutáneas, es astringente y tonifica; el de palo de rosa aporta al conjunto propiedades antiinflamatorias, astringentes y limpiadoras.
Un sérum con una clara orientación antioxidante que consigue reparar la piel, protegerla y hacer que recupere firmeza y lozanía.
Aunque el envase, con un gran diseño, no sea oscuro ni opaco, al tratarse de un suero oleoso es menos importante, como lo es que el sistema para aplicarlo sea un gotero, pero siempre preferiremos la bomba airless.
Antipodes Worship Antioxidant Serum
Antipodes es una marca neozelandesa que utiliza ingredientes de plantas originarias de Nueva Zelanda, que parecen ser más potentes y limpias.
Curiosamente, este sérum arranca con agua de lavanda, una planta originaria del Mediterráneo, y continúa con el extracto de semilla de uva, siendo la vid originaria de Eurasia, pero hay que decir que sus plantaciones han adquirido características propias, sobre todo en cuanto a concentración de activos.
Este suero está diseñado para combatir los radicales libres, haciendo hincapié en los que proceden de la contaminación ambiental de todo tipo.
Es ligero, acuoso, la piel lo absorbe bien y puede dejar cierta sensación de tirantez (recuerda que el sérum está hecho para trabajar soterradamente, no en la epidermis), pero el uso continuado mejora la piel, tanto en su aspecto como en su calidad, devolviéndole luz, tersura y suavidad.
Extractos es sinónimo de fragancias y, además, se le añade perfume. Cierto que tiene un olor agradable, pero también es potencialmente irritante, así que pruébalo antes de usarlo.
INCI y análisis:
Lavandula Angustifolia Water, Vitis Vinifera Seed Extract, Ribes Nigrum Seed Extract, Rubus Ursinus Extract, Actinidia Deliciosa Fruit Extract, Galactoarabinan, Dehydroacetic Acid, Benzyl Alcohol, Sodium Hydroxide, Guar Gum, Xanthan Gum, Euterpe Oleracea Pulp Fruit Oil, Caprylyl/Capryl Glucoside, Tocopherol, Helianthus Annuus Seed Oil, Coffea Arabica Seed Extract, Parfum, Citronellol, D-Limonene, Geraniol, Linalool.
El agua de lavanda, como tantos otros hidrosoles, es una buena alternativa al agua sin más, aunque el agua pura tiene la ventaja de ser no alergénica.
La lavanda es un ingrediente perfecto para la piel, porque la cuida con suavidad y a fondo, hidrata y regenera.
La estrella de este sérum es un compuesto llamado Vinanza Oxifend Plus®, un cóctel de antioxidantes a base extractos de grosella negra, kiwi, frambuesa y semilla de la uva Vinanza, una variedad de uvas sauvignon blanc con el doble de antioxidantes que las de otras zonas del mundo.
Además de su acción antioxidante reduce la inflamación y la irritación, mejora la textura cutánea, iguala y aclara la piel, es limpiador y regenerador.
El polisacárido gactoarabinan, con un intenso poder hidratante que retiene y regula la pérdida de agua creando una micropelícula que evita la excesiva evaporación y protege de la luz solar es un exfoliante no irritante que regenera, rellena y redensifica la piel (como polisacárido, es semejante en algunos aspectos al ácido hialurónico, aunque no es igual).
Tenemos que destacar el extracto de acaí (Euterpe Oleracea Pulp Fruit Oil), rico en vitaminas, antioxidante, calmante e hidratante, y el extracto de semillas de café, antioxidante, limpiador, hidratante, astringente, estimulante de la microcirculación, que también se utiliza para enmascarar olores y como potenciador, y es posible que en este sérum esa sea su principal función (como un excipiente más) ya que aparece en los últimos puestos del INCI, entre los demás excipientes.
Pese a que todos sus ingredientes son manifiestamente antioxidantes, es un sérum suave y para notar los efectos tendrás que utilizarlo durante unas cuantas semanas. Eso sí, podrás comprobar cómo tu piel recupera vitalidad y luz, a la vez que se vuelve más tersa, suave y menos reactiva.
Aunque el envase de cristal oscuro es muy adecuado para un sérum (y más si es de base acuosa) no opinamos lo mismo del gotero como sistema de aplicación, ya que expone el producto continuamente al contacto con el aire y, por lo tanto, con posibles contaminantes (es difícil que se contamine, porque tiene conservantes, pero es un riesgo evitable).
Es vegano y no comedogénico.
La Saponaria Sérum Anti-polución
Un sérum antioxidante ideado para combatir expresamente los estragos de la polución en nuestra piel. ¿Y cómo actúa la polución? A través de los radicales libres.
Por lo tanto es un sérum indicado para el uso durante el día, sobre todo cuando hacemos mucha vida al aire libre en un entorno urbano.
La Saponaria se precia de fabricar productos naturales y artesanales, y este śerum no es una excepción.
Se trata de un sérum especialmente denso (en comparación con otros, claro) que algunos usuarios encuentran algo difícil de administrar con un gotero (otros no, que conste).
Pese a su textura densa penetra bien, sin dejar restos ni sensaciones pegajosas. Su efecto antioxidante se traduce en una piel más luminosa y relajada, hidratada, jugosa y con menos imperfecciones (desaparecen paulatinamente).
A causa de las esencias que se utilizan, contiene fragancias y se le añade perfume. Desde luego tiene un olor muy agradable, pero tendrás que probarlo para evitar posibles reacciones.
INCI:
Aqua, Vaccinium Myrtillus Fruit Water, Glycerin, Propanediol, Coco Caprylate, Polyglyceryl-3 Rice Branate, Oryza Sativa Extract, Oryza Sativa Powder, Tamarindus Indica Seed Polysaccharide, Glyceryl Caprylate, Moringa Pterygosperma Seed Extract, Sodium Phytate, Saccharide Isomerate, Mentha Piperita Oil, Sodium Hyaluronate, Maltodextrin, Benzyl Alcohol, Xanthan Gum, Benzoic Acid, Parfum, Citric Acid, Sodium Citrate, Limonene, Linalool, Geraniol.
De base acuosa, los primeros ingredientes que aparecen en la lista son vehículos y emulsionantes de origen natural y con propiedades que favorecen el cuidado cutáneo, hidratando, nutriendo, mejorando la elasticidad y la resistencia de la piel.
El primer activo que encontramos es el extracto de arroz (Oryza Sativa Extract). De sus beneficios para la piel el primero que vamos a destacar, por supuesto, es el de ser un buen antioxidante. Además, limpia la piel, la iguala, la calma y la hidrata, ayudando a suavizar arrugas y rejuvenecer el aspecto del rostro.
En cuanto al polisacárido de semilla de tamarindo (Tamarindus Indica Seed Polysaccharide), aunque actúa sobre todo como acondicionador de la fórmula, hay que decir que es un hidratante, como todo polisacárido, que actúa de forma muy inmediata y que logra, además, incrementar la elasticidad de la piel.
El aceite de semilla de moringa (Moringa Pterygosperma Seed Extract), se ha desvelado como un gran antioxidante especialmente útil en la protección frente a la contaminación, entre otras razones porque actúa como filtro para las impurezas, manteniendo la piel limpia.
Es rico en ácidos grasos (hasta un 73% de ácido oleico) así que mejora la textura y la elasticidad del cutis, es antiinflamatorio, acelera la cicatrización evitando la aparición de marcas, hidrata y repara la barrera cutánea.
El sodium phytate es básicamente un conservante con propiedades hidratantes y de cuidado general de la piel; el Saccharide Isomerate es un prebiótico derivado de plantas que tiene la capacidad de adherirse a la piel (por su absoluta biocompatibilidad con esta) y mantenerla profundamente hidratada durante horas (hasta tres días) desde el primer momento y a medio y largo plazo. Calma, suaviza y protege el efecto barrera.
En cuanto a la esencia de menta (Mentha Piperita Oil), es una de las más irritantes, por lo que suele utilizarse en pequeñas proporciones. Aun así, tiene efectos limpiadores, antisépticos, desinfectantes, calmantes y refrescantes, pero no es el más indicado para pieles sensibles.
Este sérum también contiene ácido hialurónico, que aparece como el último activo. Posiblemente su proporción no sea suficiente para asegurar una real hidratación, pero no hay duda de que sumado a los otros hidratantes analizados hará su trabajo sin problema.
En definitiva, un sérum que beneficia tanto a pieles grasas como a pieles secas o pieles con acné, mejorándolas y evitando, con su efecto antioxidante, que los radicales libres se ceben en ellas.
Nos llama la atención la cantidad de ingredientes no activos que contiene, aunque todos ellos estén indicados para cuidar la piel, pero lo hacen de forma genérica y todos en el mismo sentido. Nos gustaría más un sérum con menos vehículos y emulsionantes y algún activo más, sobre todo entre los primeros puestos.
Lo que no está tan claro es que pueda ser la mejor opción para pieles sensibles, por la menta, el perfume y las fragancias.
El envase opaco es un acierto pero no lo es el gotero como sistema para administrarlo, porque pone el sérum en constante contacto con el aire y puede que con la piel, si no tienes cuidado al usarlo.
La oxidación de la piel y el sérum
La piel, el mayor órgano del cuerpo con diferencia, sirve como barrera entre cada organismo individual y el medio ambiente.
Dicha barrera despliega una gran actividad metabólica (transformaciones químicas) y que la expone continuamente a un estrés oxidativo causado por factores internos y externos.
El exceso de agentes oxidantes, tanto en el entorno como en el organismo, origina el estrés oxidativo, que tiene lugar cuando el cuerpo es incapaz de hacer frente a la oxidación al ritmo en que esta se presenta.
De entre estos factores cabe señalar a los rayos ultravioletas e infrarrojos del sol como la principal fuente de radicales dañinos, en su mayoría las llamadas ROS, especies reactivas de oxígeno. Cada estrato cutáneo -hipodermis, dermis y epidermis, cada uno con sus propios subestratos- posee sus particulares sistemas de defensas contra el ataque de estos radicales libres, que se organizan de forma diferente según la función de cada uno.
La constante exposición al sol supone un gran estrés para la piel: tanto los rayos UV como los infrarrojos (según demuestran los más novedosos estudios) crean radicales libres que dañan la piel de múltiples formas.
El estrés oxidativo es la principal causa de que la piel envejezca antes de tiempo pero los antioxidantes, junto con otros ingredientes pueden prevernir este envejecimiento incluso del daño ocasionado al ADN.
El sérum es el mejor producto que puedes utilizar para hacer llega estos antioxidantes a cada rincón de la piel: tiene una capacidad de penetración de la que carece el resto de cosméticos, propiciada por sus pequeñísimas moléculas, que sortean sin problemas la epidermis y llevan activos potentes a cada lugar en el que son necesarios.
El sérum evita los daños oxidativos solares en la piel
La radiación de onda larga (UVA) penetra profundamente en la piel y por lo tanto, puede reaccionar con las células epidérmicas y también con los fibroblastos situados en la dermis, originando ahí la aparición de radicales.
La radiación de onda corta (UVB) se queda en la epidermis, cambiando las proteínas y el ADN de los queratinocitos y las células inmunes (llamadas células de Langerhans).
Los lípidos (grasas), las proteínas y los ácidos nucleicos se ven dañados por diferentes longitudes de onda de UV en diferentes capas.
Es sobre todo la radiación de onda corta la que daña el ADN y puede, por lo tanto, alterar (mutar) los genes de las células.
Proteínas de la piel como el colágeno, la elastina o la queratina son las que más acusan el embate de los radicales libres, lo que desemboca en una mayor degradación del colágeno y una acumulación de elastina.
Estas proteínas están en grandes cantidades y los radicales libres pueden dar lugar a su degradación (es el caso del colágeno) o a una acumulación superior a la normal (pasa con la elastina).
Muchas enfermedades cutáneas están íntimamente relacionadas con el estrés oxidativo, que puede estar en la raíz del problema o bien empeorarlo.
De ahí la importancia de luchar contra él o -mejor todavía- prevenirlo. Un sérum antioxidante no necesita ser especialmente agresivo y sus ingredientes tienen que ser capaces, sí, de deshacer los perjuicios ocasionados, pero es más importante, si cabe, que lo sean de prevenirlos y fortalecer las defensas antirradicales libres de la piel.
Elegir tu sérum teniendo este punto en cuenta desde el principio redundará en una piel más joven durante mucho más tiempo y puede evitar la aparición de problemas mayores, como hemos visto.
El sérum y los sistemas de protección de la piel
Los mejores, sin duda, son aquellos que impiden que las radiaciones solares alcancen la piel: sombreros, gafas de sol, ropa y protectores solares.
El alcance de la protección de estos últimos en las partes de la piel que quedan expuestas, incluso después de una radiación ultravioleta de dosis baja y prolongada, sigue siendo motivo de análisis y continuos estudios.
Las investigaciones sobre los rayos infrarrojos muestran que los agentes fotoprotectores que consiguen llegar a las capas internas de la piel (solo gracias a los sérums) aportan una FPS de entre 5 y 8, con la ventaja añadida -que no se obtiene de los protectores solares comunes- de ser acumulativa.
Lo que significa que debes aplicarte el sérum a diario para proporcionar y mantener los niveles de protección.
Funcionalmente, se pueden distinguir en la piel procesos para prevenir y reparar la oxidación y de todos ellos únicamente los antioxidantes se pueden aportar desde el exterior.
Lo mires por donde lo mires, la respuesta sigue siendo el sérum.
La primera defensa natural contra el daño de la radiación consiste en absorber o reflejar la luz mediante un proceso que deriva en un aumento del grosor de la piel. La melanina, la elastina, el colágeno, y otras proteínas se organizan contra la radiación, filtrándola y sirviendo de protección para otros corpúsculos más sensibles y necesitados de mayor protección.
La piel se repara mediante enzimas que se encargan de descomponer las células y las proteínas estropeadas no recuperables, como el colágeno y la elastina, entre otras.
Un mantenimiento correcto de la síntesis de estas proteínas y células parece ser un punto básico para intensificar las defensas naturales y evitar su decadencia temprana, lo que nos lleva de nuevo al sérum, que necesitará contener ingredientes capaces de estimular e intensificar esos procesos de síntesis.
La adaptación bioquímica se hace visible en el bronceado: cuando este se produce de manera paulatina se estimula la formación de nueva melanina que constituye por sí misma una barrera protectora.
Se ha comprobado que las dosis bajas de UV activan la reparación del ADN, así que tomar el sol de forma muy gradual y segura es otra manera de protegerse de él.
Los estudios también demuestran que la capacidad antioxidante de la epidermis es mayor que la de la dermis y que la piel humana contiene todos los antioxidantes enzimáticos y de bajo peso molecular importantes que se conocen en la actualidad.
Los ingredientes fotoprotectores en un sérum juegan aquí un factor decisivo: no es que un sérum pueda proteger como un lo hace un protector solar, ni es su cometido, pero sí incrementa las defensas naturales de la piel y las hace más fuertes y duraderas.
Envejecimiento natural vs. fotoenvejecimiento: el sérum trabaja con los dos
La piel, como el resto de nuestro organismo, está sometida a un desgaste que, con el tiempo, lleva a una menor efectividad de todos los procesos metabólicos.
Este envejecimiento supone el deterioro de las estructuras cutáneas y el adelgazamiento de la piel, que se va volviendo más frágil, seca, delicada y menos elástica; van apareciendo las arrugas y se pierde la capacidad de recuperación y regeneración.
Las células envejecidas son menos resistentes al daño originado por el sol y la oxidación en general, y contiene menos antioxidantes.
En el proceso de envejecimiento intervienen tanto factores internos como externos, siendo el más importante de estos últimos la luz ultravioleta. Otros factores a tener en cuenta comprenden desde la contaminación al estrés, pasando por los hábitos diarios: la comida, el consumo de tabaco y alcohol, etc.
Aunque el fotoenvejecimiento afecta a toda la piel en todos sus estratos, es la dermis la que más lo acusa y en ella se detectan las mayores diferencias entre este (origen de hasta un 80% del total del envejecimiento cutáneo) y el envejecimiento cronológico.
Es importante prevenirlo, dado que el daño en la piel es acumulativo, y cuando se manifiesta en el cutis y el resto de la superficie cutánea (las manos, los hombros, etc.) ya lleva tiempo afectando y deteriorando los mecanismos internos.
El sérum adecuado es capaz de aportar las sustancias que la dermis precisa para fortalecerse y mejorar su rendimiento en todos los aspectos, desde la hidratación a la fotoprotección.
Ya no basta con que un sérum corrija arrugas y mejore el aspecto de la piel: debe proporcionar herramientas que le permitan resistir los embates de la oxidación de cualquier origen sin que acaben suponiendo una pérdida de capacidades y efectividad.
La protección contra los radicales libres
La protección debe llegar por dos vías:
- La ingesta de antioxidantes, sobre todo con una alimentación equilibrada y rica en frutas y vegetales.
- Mediante la aplicación tópica de antioxidantes, que ha demostrado ser efectiva cuando es diaria y continuada en el tiempo. En este sentido es fundamental aportar antioxidantes en todos los niveles cutáneos, mediante el uso de sérums y cremas hidratantes, así como usar un protector solar a diario. Las cremas hidratantes sin el sérum harán un trabajo superficial y pasajero que no tendrá impacto alguno en el metabolismo cutáneo.
Entre los principales antioxidantes podemos encontrar:
- La vitamina A (retinol y derivados).
- La vitamina C (ácido ascórbico).
- La vitamina E (tocoferol).
- Niacinamida (vitamina B3)
- La ubiquinona (coenzima Q10).
- El glutatión.
- La melatonina.
- El selenio.
- Los polifenoles.
- El resveratrol.
Existen muchos otros que, sin ser tan potentes como los mencionados, ofrecen una buena protección, sobre todo en combinación con los grandes antioxidantes, de modo que logran que sus efectos en los sérums se multipliquen.
Un resumen
- La radiación solar y otros muchos factores ambientales hacen que nuestra piel esté siempre sometida a una constante oxidación.
- Los sistemas propios de la piel y del resto del organismo, así como los antioxidantes, contrarrestan este daño.
- Sin embargo, su acumulación lleva a que los mecanismos protectores antioxidantes disminuyan con la edad. El sol puede acelerar e intensificar dramáticamente el envejecimiento de la piel.
- El uso de sérums con ingredientes antioxidantes desde la juventud es la mejor ayuda que se puede proporcionar a la piel, y parte del programa de prevención del envejecimiento.
- Es importante adoptar hábitos de protección lo antes posible. Aquí pueden intervenir distintos activos a diferentes niveles. El que decidas elegir (o la combinación de varios que prefieras) puede variar según las circunstancias, la época del año, etc.
- Queremos recordarte que los antioxidantes parecen tener la capacidad de deshacer, al menos en parte, el daño preexistente, siempre y cuando, gracias al sérum, puedan llegar a cada capa de la piel para enriquecerla y corregir los procesos afectados por la causa que sea.
- El método más eficaz para prevenir el fotodaño oxidativo es evitar la luz solar directa, aunque no sea el preferido para una gran mayoría de personas.
Cambios causados por envejecimiento natural
- La epidermis se va afinando.
- La dermis adelgaza y pierde flexibilidad.
- El contacto entre la dermis y la epidermis disminuye, por lo que es más probable que ocurran lesiones y la epidermis está menos defendida.
- La producción y la calidad de la elastina y el colágeno menguan.
- La piel se va resecando y es más difícil conseguir una hidratación óptima y profunda.
- La piel lesionada necesita más tiempo para curarse y regenerarse.
- La defensa de los melanocitos también disminuye.
- La piel tiene menos defensas contra la radiación ultravioleta y se broncea menos y más lentamente.
- Disminuyen las defensas inmunes (células de Langerhans).
Cambios causados por el fotoenvejecimiento
- La epidermis se vuelve más gruesa al tiempo que pierde elasticidad y tersura.
- Aumenta la elastina en la epidermis (y si te suena a que es una ventaja, no lo es).
- La piel se reseca.
- Se produce la aparición de manchas solares.
- Aparecen arrugas tempranas, marcadas y profundas.
- Mayor pérdida de colágeno.
- Mayor pérdida de células de Langerhans.