Los cosméticos que se encuentran en el mercado, así como casi cualquier producto comercial, están compuestos de una variedad de ingredientes con componentes. Esta combinación es lo que se conoce como la fórmula, que es la base de su acción, gracias a la armonía que logran todos sus activos y elementos.
Sin embargo, algunos de ellos crean cierta controversia, ya que muchas personas, incluyendo expertos en la industria estética, consideran que no son muy seguros. Al dar está afirmación como verdadera, se le da un nuevo significado al hecho de que, a pesar de sus riesgos, aún se pueden encontrar añadidos en muchas recetas.
Cuando estos mismos ingredientes forman parte de un grupo tan complejo, como es el caso de los parabenos, entonces el público tiende a pensar que todos son peligrosos. El problema es que existen muchos tipos diferentes, algunos que están prohibidos a nivel mundial y otros que son aceptados en la industria cosmética.
Esto es lo que nos hace preguntar si son todos iguales o si, por el contrario, algunos son mejores que otros, no solo porque son más seguros sino por su efectividad. Para saber cuáles hay que evitar, así como los posibles riesgos de no hacerlo, se deben conocer algunos detalles acerca de esta composición.
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Los compuestos conocidos como parabenos
Con tantos productos dentro del mercado estético, es difícil pensar que todos ellos compartan los mismos ingredientes, ya que los activos de su función son muy variados. Por ejemplo, no es igual la fórmula de una crema antiarrugas que la de una para eliminar las manchas, la flacidez o cualquier otra imperfección.
Ocurre lo mismo en el caso de otras sustancias, como mascarillas faciales, toallitas desmaquillantes, sérum, tónico y cualquier otra presentación. Cada una se compone de elementos y añadidos, cuya combinación es única, ya que brinda la acción que requieren para cumplir con su labor.
Aún así, hay algo que todos comparten, ya que sin importar su fórmula, ninguno está exento de la acción de los microorganismos que interactúan con la sustancia. En el ambiente podemos encontrar hongos, moho, bacterias, levaduras, virus, cepas y muchos otros considerados dentro de este concepto.
Todos ellos se caracterizan por ser contaminantes e infecciosos, hasta el punto de que pueden hacer enfermar a una persona, creando una reacción adversa solo con el contacto. Aquí es donde entran a relucir los conservantes, una larga lista de ingredientes antimicrobianos, antibacterianos y demás.
Los parabenos son solo un grupo de conservantes, siendo los más utilizados en muchas industrias, como puede ser la cosmética y la producción general. Su popularidad se debe a lo simples que son, ya que al compararlos con otros agentes de conservación, estos se pueden producir muy fácilmente.
De hecho, aún se pueden encontrar muchos tipos de parabenos dentro de la industria alimentaria, utilizados para conservar comidas e ingredientes culinarios. Pese a esto, aún se consideran un riesgo para la salud, aunque su interacción con el cuerpo es diferente al contacto o al ser consumidos.
Su función dentro de un cosmético
Los parabenos, así como cualquier otro conservante, tienen como función principal aumentar el tiempo de vida útil de un producto, un alimento u otro material. En pocas palabras, son los responsables de que su fecha de caducidad, también llamado vencimiento, sea de varios meses en vez de solo días o semanas.
Está acción se debe a que se encargan de crear un entorno en el que los microbios y microorganismos, como los ya mencionados, no pueden habitar. Al tomar una fruta, por ejemplo, se comenzará a dañar al poco tiempo, mientras que si se sumerge en conservante, puede durar semanas.
Esto se debe a que, por sí misma, la materia no se descompone tan rápido como parece, sino que son los microorganismos los que echan a perder la sustancia. Estos oxidan cualquier elemento orgánico, así como los radicales libres oxidan las células, haciendo de dicha materia un riesgo para la salud.
Diferentes tipos que existen
Si bien siempre se ven encasillados dentro del término parabenos, la lista de los que integran este grupo es bastante amplia, pues son conservantes con una misma base. Su composición es similar, pero ni siquiera tienen el mismo origen, ya que algunos son sintetizados de la naturaleza y otros producidos.
La verdadera diferencia es la concentración de activos antimicrobianos, que los hacen efectivos y concentrados, pero también riesgosos. Los tipos que se pueden encontrar dentro de la producción cosmética son:
- Metilparabeno (methylparaben).
- Etilparabeno (eethylparabe)
- Propilparabeno (ppropylparabe).
- Butilparabeno (butylparaben).
- Isobutilparabeno (isobutylparaben).
- Isopropilparabeno (isopropylparaben).
- Bencilparabeno (benzylparaben).
- Pentilparabeno (pentylparaben).
- Fenilparabeno (phenylparaben).
La controversia detrás de su prohibición
La historia de estos conservantes es bastante particular, ya que la controversia sobre sus peligros inició hace varias décadas, luego de realizar un estudio. En el mismo, la bióloga molecular Philippa Darbre asegura haber encontrado restos de parabenos en el interior de tumores de cáncer de mama.
De acuerdo a las conclusiones encontradas en sus análisis, estos ingresaron al organismo de las pacientes a través de la piel, luego de ser administrados por aplicación tópica. Este mismo estudio afirma que llegaron por medio de productos comunes, como cremas cosméticas, desodorantes y spray.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque estos conservantes se producen a través de medios sintéticos, muchos de ellos se encuentran en la naturaleza. Frutas y verduras, como los arándanos y algunas bayas son ricas en Metilparabeno, siendo uno de los ejemplos más populares y conocidos.
Pese a eso, estos son sintetizados a través de una metodología orgánica, como cualquier alimento ingerido, por lo que toda molécula de los parabenos desaparece. El caso contrario, la aplicación tópica, es muy diferente, ya que se ha comprobado que viajan directamente a la sangre y a los órganos.
Después de la publicación de los hallazgos de la Dra. Daebre, se han adjudicado a estos conservantes sintéticos una gran cantidad de riesgos, síntomas y otras reacciones. Las alergias son las más comunes, ya que muchos casos presentados aseguran que los clientes cosméticos sufrieron una alergia al producto.
Los peligros de aplicar alguno de ellos
Con el paso del tiempo, se ha desestimado el descubrimiento sobre el riesgo más complejo de los parabenos ya que según el estudio anterior, eran capaces de producir cáncer. Conseguían este efecto al alterar los niveles hormonales de la glándula endocrina del cuerpo, produciendo un aumento de las células cancerígenas.
Por otro lado, aún no se ha probado la veracidad de los análisis que hablan sobre los casos de alergia crónica, así como los síntomas descritos por los pacientes. Estos incluyen desde irritación y enrojecimiento, hasta brotes subcutáneos y complicaciones como manchas dérmicas y dermatitis.
De toda esta controversia, por otra parte, ha salido algo bueno, ya que durante décadas se ha puesto en tela de juicio la seguridad del uso de estos ingredientes. Miles de análisis y pruebas demuestran que en realidad pueden ser nocivos para la piel, pero solo si se utilizan en concentraciones elevadas.
Siempre que se controle la cantidad que ingresa al tejido, los riesgos son mínimos, ya que incluso se realizaron pruebas que refutan la teoría de que son alérgenos. Los datos son diferentes en todos los casos, ya que como hemos dicho, cada tipo de conservante tiene una composición distinta.
¿Son todos tan peligrosos?
Antes que nada, hay que mencionar que luego de tantos años, no se ha llegado a la conclusión de que estos compuestos tienen un bajo nivel de interacción endocrina. En otras palabras, no son cancerígenos, pese a que lo que comenzó toda La controversia sobre los mismos era una prueba de cáncer.
Las alergias son un tema distinto, pues aunque ya se ha dicho que no son alérgenos, esto no quiere decir que no puedan afectar a una parte de la población. Es decir, no causan o producen alergias, pero si hay personas que, por genética, pueden padecer de esta afección, como ocurre con casi cualquier material.
En cuanto a lo demás, el hecho de que la concentración elevada cause toxicidad ha llevado a la prohibición, pero no de todos sino solo de algunos de sus tipos. Los demás, como veremos más adelante, siguen siendo utilizados y controlados, por lo que su aplicación es completamente segura y amigable con la piel.
Parabenos permitidos en los productos de aplicación tópica
Un hecho del que hay que tener conciencia es que, dentro de los dos tipos de conservantes cosméticos que hay en el mercado, estos pertenecen al que es más seguro. Para entrar en detalle, primero hay que saber que existen conservantes basados en dos orígenes o fórmulas de las que se sintetizan.
El primero es el del grupo de ácidos orgánicos y sus derivados, entre los que se encuentran los preservantes vegetales y todas las clases nombradas de parabenos. El segundo tipo proviene de alcoholes y derivados, que en si mismos son conocidos por su efecto irritante y por ser causantes de brotes alérgicos.
Una de las razones de las que aún se utilicen los protagonistas de este artículo, es que pese a toda la controversia, siguen siendo más seguros que muchos otros. Además de esto, son fáciles de producir y muy económicos, por lo que ayudan a las industrias cosméticas a ahorrar fondos dentro de su inversión.
El problema es que para muchos esto forma parte del mismo asunto, ya que los consideran peligrosos y piensan que se usan solo para no gastar tanto dinero. Sin embargo, hay que evitar entrar en este tipo de polémica, concentrando la atención en lo que respecta a la piel, su salud y sus cuidados básicos.
Todo esto es solo la punta del iceberg, ya que poco a poco la misma industria cosmética que aún produce mezclas con estos conservantes, ha sacado líneas libres de ellos. Para satisfacer a los clientes, una nueva gama de productos comenzó a circular hace varios años, reconocidos por la frase “Paraben free”.
Estudios que demuestran su seguridad
Continuando con la controversia, muchos se preguntan por qué no se eliminan por completo y se sustituyen por esta nueva línea libre de estos ingredientes. Aún así, ninguna marca o empresa estética se ha visto en la obligación, ya que el análisis previo no ha arrojado signos de que sean riesgosos.
Por ejemplo, la American Cancer Society (Sociedad Americana de Cáncer) ha elaborado un análisis en el que se concluye que no hay pruebas de que estos sean cancerígenos. Esto, de la mano de un organismo reconocido en la lucha contra el cáncer, desestima el estudio que inició la controversia hace tantos años.
Lo mismo ocurrió en Inglaterra, en el que se encontraron rastros de parabenos en 18 de 20 muestras de células cancerígenas, pero sin correlación alguna. La conclusión es que, al imitar la acción de los estrógenos, estos conservantes tienen a crear cúmulos en los tumores, pero no a causarlos.
Aquellos que se deben evitar
Según el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (SCCS) los derivados de estos conservantes seguros para utilizar son solo 4 de ellos. Tanto el methylparaben como el ethylparaben tienen una dosificación reducida, que brinda un parámetro de seguridad de un máximo del 0,4% o el 0,8%.
Del mismo modo, el butylparaben y el proylparaben tampoco representan un riesgo, siempre que sea en concentraciones menores al 0,14% de la mezcla total. El resto de ellos no son peligrosos en sí mismos, pero los estudios no concluyeron tampoco que sean seguros y no produzcan alguna reacción.
Para evitar cualquier situación adversa, el 9 de abril del 2014 se lanzó una campaña masiva, en la que se prohíbe el uso de los otros 5 ingredientes y sus derivados. Muchos países han aceptado este decreto, pero algunas industrias se atienen al hecho de que, siempre que se utilicen en cantidades menores al 0,1%, no hay que reemplazarlos.
El verdadero problema es que, debido a la popularidad de los mismos, una persona se expone a cantidades mayores de que se encuentran en un solo producto. Con esto en mente, cada usuario de cosméticos tiene la responsabilidad de evitar cualquiera de los siguientes compuestos:
- Isobutilparabeno (isobutylparaben).
- Isopropilparabeno (isopropylparaben).
- Bencilparabeno (benzylparaben).
- Pentilparabeno (pentylparaben).
- Fenilparabeno (phenylparaben).
Ingredientes con los que se pueden reemplazar
Como clientes, lamentablemente nadie está en posición se exigir ni pedir la prohibición total de los parabenos antes mencionados, así como de ningún otro. Aún así, también hay que tener en cuenta que muchas personas deciden evitar por completo cualquier tipo de conservante sintético, sea de base ácida o alcohol.
Parece una postura un poco extrema, pero desde un punto de vista conciso, la mejor forma de evitar el riesgo es prevenir los problemas que pueden causar. No se trata solo del ingrediente en sí mismo, sino de los métodos utilizados para sintetizar cada uno, así como las mezclas químicas requeridas.
Fuera de la cosmética naturista, la necesidad de agregar algún parámetro de conservación a los productos comerciales, significa que aún hace falta un ingrediente ideal. Aquí es donde entran en acción los conservantes vegetales, sintetizados de un modo que no incluyen alcoholes ni químicos.
Geogard o Cosgard
Dos de los más populares del mercado, se trata de un compuesto conocido por cualquiera de los dos nombres, pero que en realidad es una misma fórmula. Son conservantes cien por ciento naturales, extraídos de especies del reino vegetal, como plantas, frutos y sus aceites esenciales.
Tiene una capacidad un poco más limitada, ya que su concentración no se optimiza con químicos, como ocurre con otros preservantes cosméticos industriales. A diferencia de los alcoholes, aporta un tiempo de vida útil de entre 2 y 3 meses a cualquier materia, incluyendo alimentos y bebidas.
Leucidal Liquid
Si los anteriores son los más populares dentro de la cosmética, el Leucidal es más utilizado en la industria alimentaria, pero no del modo habitual o convencional. El problema que tiene es que también añade un tiempo útil de 3 meses como máximo, por lo que no se puede usar en alimentos de alta conservación.
En otras palabras, enlatados, encurtidos, leche en polvo o cualquier otro elemento gastronómico de esta gama, están fuera de su alcance. Por esta razón, su uso es más común en la producción en masa de harinas y granos empaquetados, así como en cosméticos naturistas y recetas caseras.
Ácidos y sales derivadas
Los parabenos no son los únicos conservantes dentro de la gama de los que se originan de los ácidos, sino que hay muchos más, que se pueden considerar sus hermanos. La gran diferencia es que muchos de ellos se pueden sintetizar sin la necesidad de químicos o aditivos, por lo que son menos propensos a causar diversas reacciones.