Para una enorme cantidad de mujeres y cada vez más hombres, el proceso de maquillarse es algo bastante divertido, cosas como elegir el color adecuado, jugar con las sombras y contornos, enfatizar en algunas áreas, o elegir el color perfecto para ojos y labios es algo que llama mucho la atención y que algunos podríamos hacer durante horas.
Pero, esta magia tiene un lado que no es tan divertido para la gran mayoría, y es justo cuando llega el momento de remover el producto. El desmaquillar la piel del rostro es una labor que se le complica a muchas personas, al punto que deciden simplemente aplicar agua y jabón, o más simple aún, ir a dormir con el rostro cargado de productos.
Este acto, aunque te quite de encima una molestia y te permita disfrutar unos minutos más de relajación, trae enormes consecuencias a largo plazo. Por no desmaquillarse de forma correcta aparecen imperfecciones, se tapan los poros, surgen arrugas, líneas de expresión, la piel pierde su tonalidad y una gran lista de problemas estéticos de los que te hablaremos más adelante.
Por ello, este punto siempre debe ir de la mano con el maquillarse, al punto de que si ya sabes que no te vas a poder desmaquillar, es mejor que no apliques ninguna sustancia en tu rostro. Pero como sabemos que eso es bastante difícil, hemos decidido mejor ayudarte y crear este nuevo artículo para ti.
En él te explicaremos de una forma simple pero bastante detallada todo los grandes secretos de la remoción de maquillaje del rostro, cómo debes hacerlo de forma correcta, en qué momento del día, con qué tipo de productos y en general cuál es la técnica correcta que debes seguir siempre a partir del día de hoy para lograr un trabajo completo.
Si sigues nuestros consejos al pie de la letra, no tardarás en notar los cambios, y podrás ver como tu rostro se torna más iluminado, suave y recupera la apariencia juvenil que había perdido. Y si con ellos no es suficiente o quieres complementarlos para obtener mejores resultados, puedes también conocer los Principales secretos para tener una piel realmente limpia y sana
Contenido de la entrada
Qué pasa si no te desmaquillas correctamente
Como te indicábamos más arriba, no podemos dar inicio a este tema sin tomarnos un momento para hablar de su importancia. Ya que de nada sirve que conozcas al pie de la letra las distintas técnicas de desmaquillarse y sepas cuál es la más apropiada, si aun así sigues restándole importancia.
El desmaquillar el rostro o cualquier área del cuerpo es un aspecto clave para su belleza, hacerlo garantiza una correcta higiene, y por consiguiente mejora la salud en general de este órgano tan importante, pero si no lo haces las consecuencias son mucho más graves que una simple falta de higiene.
En primer lugar, los problemas que pueden aparecer van a depender en cierta parte de tu tipo de piel, y son los que seguramente ya conoces. Si tienes el rostro seco, amentará la resequedad, se va a terminar produciendo una mayor descamación y la tonalidad de la piel se volverá mucho más opaca con el tiempo.
En el caso del rostro graso, el no remover el maquillaje aumenta la acumulación de suciedad, se produce mucho más sebo en el rostro, y por consiguiente ves formarse más marcas de acné, espinillas y puntos negros cada vez más notorios y difíciles de tratar, hasta el punto de convertirse en un problema serio que requiere atención especializada.
Si con esto no cambias y sigues evitando remover el maquillaje de manera correcta, estas consecuencias no harán sino empeorar, la piel irá poco a poco perdiendo sus cualidades, y con ellas su vida y belleza. En poco tiempo las arrugas leves van a aparecer, y con el paso de los días se van a ir acentuando y profundizando.
En las mejillas y espacios amplios, las manchas no se harán esperar, y el sol hará estragos sin parar en todos los espacios, trayéndote arrugas de código de barras, en los costados de los labios, patas de gallo y demás marcas difíciles de borrar.
¿Esto por qué ocurre?
La razón de esta notoria diferencia entre una dermis sana y limpia y otra que no se ha desmaquillado bien es bastante sencilla de entender, y una vez la comprendas, automáticamente vas a saber por qué todos los expertos concuerdan en dar tal importancia a la remoción del maquillaje del rostro.
Aunque para nosotros la idea de maquillaje sea algo totalmente normal, y las empresas fabricantes hagan todo lo humanamente posible por crear fórmulas amigables que no dañen la piel, hasta ahora nadie ha podido crear un producto realmente perfecto. Para nuestra piel, los polvos, cremas, compactos y demás que usamos cuando nos maquillamos son sustancias invasivas, y entran en la misma categoría que cualquier otra suciedad.
A nivel microscópico, tener una capa de maquillaje cumple exactamente el mismo efecto que mantener una capa de polución o polvo. Esta se posa sobre los poros, los tapa y obstruye, secándose en el interior de cada uno de ellos, y formado así una barrera casi impenetrable de contaminantes.
Nuestros poros, son pequeños agujeritos, conocidos por todos por el hecho de que almacenan suciedad, pero realmente tienen una función bastante indispensable. Estos se encargan de regular la sudoración, relacionada con la temperatura corporal, expulsar la grasa propia del cutis que ayuda a mantenerlo saludable, y a la vez permiten que el rostro respire y se oxigene.
Por decirlo de otra manera, son las ventanitas o pulmones de nuestra piel, y si se tapan se impide una correcta circulación de oxigeno entre el interior y el exterior de nuestro organismo. Esta falta de oxigenación deteriora las células que componen a la dermis, su tiempo de vida se acorta y no se restauran como deberían.
Como consecuencia, notas rápidamente como se deteriora en apariencia, pierde brillo tu piel y van surgiendo cada uno de los signos negativos de los que ya te hemos hablado más arriba.
Por esta razón, es indispensable hacer todo lo que nos corresponde, y ayudar a nuestra piel a mantener sus poros lo más despejados posible, aplicando desmaquillantes de manera adecuada, y realizando su respectiva limpieza cuando corresponde. Dos pasos que algunos suelen confundir, y para el que hemos creado un tema especial llamado ¿Es lo mismo limpiar el rostro que desmaquillarlo?
Cómo desmaquillarte la piel de forma adecuada
Existe una inmensa cantidad de dudas en torno al proceso de desmaquillarse, ya que muchas personas creen que solo consiste en eliminar el maquillaje visible del rostro y dejarlo lo más natural posible, sin usar ningún producto específico.
En realidad, el trabajo de remover el maquillaje es un proceso más completo, en él se utiliza no solo agua y jabón, sino también otros elementos necesarios, que van a depender, como ya sabes, principalmente del tipo de productos que has usado al maquillarte y las áreas de tu piel en las que has puesto mayor concentración de ellos.
Además de esto, influye mucho la técnica, el orden en el que se aplican puede ser la gran diferencia entre un cutis totalmente limpio y libre de contaminantes, y una piel, que aunque a simple vista se note limpia, a profundidad aún conserve rastros de sustancias.
Qué necesitas para desmaquillarte
Antes de comenzar a explicarte cómo debes eliminar el maquillaje, es importante que tengas presente todos los elementos que vas a utilizar y su utilidad. El uso de productos específicos para este paso es indispensable y es la única manera de asegurar un resultado completo en el que no se dañe la piel durante el proceso, aunque muchos los evitan al desconocer su gran poder de acción.
En primer lugar y lo más importante que vas a necesitar es un buen desmaquillante, de ellos hay muchos en el mercado, y puedes conseguir alternativas específicas para tu tipo de piel. Esta sustancia está elaborada de forma especial para extraer la totalidad de producto de tu cara de manera sencilla, ya que está compuesto por elementos que atrapan el maquillaje y lo separan del rostro, incluso de las zonas más difíciles y donde se acumula en mayor cantidad.
Además de él, requieres de un buen jabón neutro o natural, este jabón aunque puede ser de cualquier tipo, es mejor que sea apropiado para las necesidades de tu rostro. Las opciones más recomendadas en este caso son los jabones de avena, leche o incluso los de miel, ya que todos ellos limpian de manera efectiva mientras nutren la piel y ayudan a prevenir el daño.
Otras cosas necesaria durante el proceso de desmaquillar son el algodón ya sea en discos o convencional, así como un tónico facial compatible con tu piel, alguna sustancia humectante para el rostro en general y para el contorno de los ojos ya sea en crema o suero facial, un producto limpiador como espuma, gel, o un limpiador a base de agua, y por último se recomienda siempre tener a la mano una botella de agua micelar.
Tipos de desmaquillante que puedes aplicar
Como te imaginarás, el desmaquillante facial es el producto estrella durante el proceso de desmaquillar el rostro y en general toda la piel, por lo que es indispensable que elijas la opción correcta y no te vayas siempre por el primero que aparezca frente a ti en el mercado.
De estos existen varias alternativas, y el que debes aplicar depende del tipo de maquillaje que has utilizado. Se diferencian tres tipos principales, y a continuación te explicamos en qué caso conviene cada uno de ellos.
A base de agua
Este es el más común y fácil de encontrar, a la vez que el más económico de los tres. Se trata de un líquido acuoso que se esparce fácil por la piel y es muy sencillo de remover, por lo que muchos lo consideran el más básico y lo compran en cualquier caso, aunque no sea el más indicado en algunas situaciones.
Es compatible con cualquier tipo de cutis, y está pensado para remover el maquillaje común, el que se cae con el agua. Por esta razón no debe aplicarse jamás en pieles maquilladas con productos waterproof o también llamados a prueba de agua, ya que no los extrae de forma adecuada y deja una capa casi imperceptible que se va acumulando con el tiempo.
A base de aceite
Son más espesos que los ubicados en el grupo anterior, por lo que no se esparcen tan fácil ni se remueven con la misma rapidez y suelen dejar una capa aceitosa si no lo retiras de manera adecuada. Hay personas que lo consideran ideal para pieles secas, ya que creen que ayuda a humectar, pero en realidad es un aliado para todos, independientemente de la textura de su dermis.
Su aplicación está pensada específicamente para el maquillaje a prueba de agua y solo en el caso de que estés usando este tipo de productos debes buscar la alternativa a base de aceite. Esto se debe a que su textura e ingredientes penetran con mayor fuerza y logran atrapar el producto que no sale con agua, para así removerlo sin esfuerzo de todos los espacios
Es una opción bastante efectiva cuando es usada de forma correcta, este grupo encontramos varias alternativas, tanto las de venta comercial como los desmaquillantes de elaboración casera, donde destacan los de aceites esenciales y aceite de coco, el cual te enseñamos a usar de forma correcta en nuestro tema La manera más efectiva de usar el aceite de coco para desmaquillar
En el maquillaje convencional, no alcanza una remoción tan eficiente, sino que se apelmaza y ayuda a que se acumulen restos de producto en espacios reducidos, lo que promueve la resequedad y ayuda a que se formen espinillas.
Desmaquillante bifásico
Es el más fácil de reconocer a simple vista ya que viene separado en dos partes dentro del envase, al adquirirlo puedes notar como en el mismo espacio ves un producto a base de agua y otro a base de aceite que se deben combinar o revolver agitando con fuerza antes de aplicar sobre el rostro.
Esta alternativa combina lo mejor de ambos grupos, y puedes usarla en casos especiales en los que tu maquillaje consiste en productos convencionales y a prueba de agua a la vez, ya que ayuda a ahorrar tiempo en estos casos. Hay quienes lo aplican para el uso diario, aunque en general es más costoso que las opciones anteriores, por lo que si no es necesario, se puede simplemente evitar.
Paso a paso para eliminar el maquillaje de tu piel
En este punto, hay muchas técnicas, hay quienes aplican los productos en orden aleatorio y quienes, por desconocimiento prefieren el uso de alguno específico antes de que sea realmente necesario. Pero la realidad es que si quieres conseguir una piel saludable y remover de tu rostro el maquillaje de forma correcta, es indispensable que siempre sigas los pasos en el orden adecuado.
Esta técnica que te explicamos a continuación es la que siempre recomiendan los expertos en salud de la piel, y está pensada para ir paso a paso extrayendo todo lo que contamina el rostro antes de prepararlo para repararse del daño, te recomendamos que si hasta ahora los has estado aplicando en un orden distinto pruebes de hacer el cambio unos días, ya que estamos seguros que no tardarás en notar el cambio y la mejoría en tu piel.
Paso 1, aplica el agua micelar
Para comenzar, esparce con ayuda de un disco de algodón un poco de agua micelar por todo tu rostro, esta ayudará a desprender la primera capa de maquillaje, como los polvos, el rímel y las sombras de ojos, además de gran parte de la suciedad que se ha ido acumulando en tu cara a lo largo de todo el día.
Paso 2, usa agua y jabón
Una vez hayas terminado con el agua, procede a una limpieza completa de tu rostro con ayuda de agua y jabón, estos remueven las sobras de agua micelar y parte de la suciedad. Es probable que después de este paso, ya sientas como se ha ido prácticamente todo el maquillaje del rostro, pero no debes confiarte, a nivel microscópico aún hay bastante que trabajar.
Paso 3, usa tu desmaquillante favorito del tipo correcto
Comienza por esparcir con un disco de algodón totalmente limpio un desmaquillante acorde al tipo de producto que tienes aplicado. En este punto puedes usar tu producto favorito, ya sea de venta comercial o una de Las mejores recetas para hacer tu propio desmaquillante natural que te hemos recomendado en nuestro otro post.
Este aunque no lo creas extraerá una capa casi imperceptible, entre la que se incluyen los restos de base, primer, protector solar y cualquier sustancia en crema que hayas puesto en el rostro. Es posible que no veas residuos en el algodón o que la tonalidad de los mismos sea muy tenue, pero aun así es un paso indispensable.
Paso 4, aplica el limpiador
Con el limpiador terminarás de extraer la suciedad acumulada que no sea maquillaje, como los restos de sebo del tu piel, el polvo que has recogido en la calle, la polución y todo lo que se ha acumulado. Después de ello ya sentirás tu cara totalmente limpia y suave. Este producto muchas veces requiere aclarado con agua, así que presta atención a las instrucciones y síguelas al pie de la letra.
Paso 5, no te olvides del tónico
Como tu piel ya se encuentra totalmente desmaquillada, es momento de darle el respiro y humectación que se le ha negado durante el día, para ello inicia con un tónico facial, que ayude a recobrar su estado natural y prepararse para absorber las sustancias posteriores.
Paso 6, usa la crema de contorno de ojos y la facial
Para terminar, aplica el humectante que hayas elegido según sus instrucciones, puedes optar por cremas faciales para tu edad en específico, para prevenir imperfecciones o incluso para tratar el acné o la resequedad, siempre teniendo presente las necesidades específicas de tu cutis.