Desde siempre, las mascarillas faciales han sido consideradas como el aliado para el cuidado de la piel por excelencia. Estas destacan frente a cualquier otro tratamiento por su versatilidad y facilidad de uso, y han acompañado a las mujeres y hombres desde hace cientos de años, cuando se aplicaban exclusivamente opciones de origen natural.
Aunque sean la alternativa de cuidado más solicitada y usarlas sea cosa muy sencilla, es sumamente importante que como usuarios les demos la aplicación correcta, ya que solo así podemos estar del todo seguros que nuestras mascarillas faciales van a cumplir su cometido de la mejor manera posible.
Pero este es un punto que lamentablemente muchas personas no tienen presente, ya que creen que con solo saber qué hacer en el momento de la aplicación es más que suficiente para lograr aplicar de manera correcta sus mascarillas faciales, algo que aunque tiene su parte certera no es totalmente correcto.
Por esta razón, como una forma de ayudarte a lograr un cuidado más completo en tu piel, que le des a este aliado de la belleza una aplicación adecuada y hagas los cambios necesarios en tu método de utilización, a continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el proceso de utilización de las mascarillas faciales.
Desde cómo preparar tu piel para el proceso, el método más conveniente de utilizar una mascarilla y lo más importante de todo, qué debes hacer después de colocarla para asegurar sus efectos a largo plazo. Y si con ello te logramos motivar a dar el paso de comenzar a utilizar esta opción de cuidado de forma más frecuente en tu vida, también te puede interesar Qué es y para qué sirve una mascarilla de arcilla blanca
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Cuándo aplicar una mascarilla facial
Como en todo método de cuidado de la piel, la frecuencia y tiempo de uso son la clave del éxito. Aplicar una mascarilla, aunque no requiere de una rutina de frecuencia propiamente dicha, sí implica un cierto orden, ya que como ocurre con todos los productos de cuidado, no da resultados inmediatos sino que requiere de la frecuencia para hacerse notar.
El tiempo de uso de una mascarilla se puede dividir en dos factores principales, cada cuántos días es conveniente usarla, y en qué momento del día es recomendada. Ambos factores, aunque parecen muy distintos van siempre de la mano y representan un punto clave que define, como ya te dijimos, la efectividad del tratamiento, sea que utilices pociones comerciales o prefieras alguna de Las mejores recetas de mascarilla facial casera.
Ambos puntos dependen de varios factores, por lo que para que lo entiendas de una mejor manera, es preferible que los tratemos de una forma independiente, así puedes prestar más atención al que debes reforzar.
Cada cuánto tiempo debes utilizar una mascarilla en tu rostro
Si las comparamos con otros productos para el cuidado de la piel, las mascarillas son una opción mucho menos frecuente. Las cremas faciales, sueros, limpiadores, desmaquillantes y demás requieren de forma obligatoria un uso diario para lograr dar a tu piel los efectos deseados, lo que implica que requieras una gran cantidad de producto cada mes e invertir un poco de dinero en ello.
Con las mascarillas ocurre algo bastante distinto, estas no son para nada recomendadas de forma muy frecuente, sino que dependiendo la sustancia utilizada deben aplicarse en una variedad de tiempo que van entre cada 3 días o incluso cada semana o quince días.
Para determinar el tiempo, hay que saber los ingredientes, si es una mascarilla comercial, es muy probable que en la parte trasera del empaque tenga las instrucciones respecto a la frecuencia y tipo de aplicación. Aunque si no las posee no debes preocuparte, sino fijarte en los componentes que tiene.
Si es una mascarilla suave o de bajo impacto, como las refrescantes, iluminadoras o relajantes o contienen ingredientes naturales como la mencionada en Todo lo que debes saber sobre la mascarilla de pepino, o productos como papaya, miel o avena puedes aplicarlas sin problema hasta un máximo de dos veces por semana, ya que estas no causan ningún efecto secundario en la piel.
Hacerlo más que eso, no traerá consecuencias negativas, pero tampoco aumentará su efectividad, lo que quiere decir que simplemente terminarás gastando más producto del necesario.
Si es una mascarilla más concentrada, como de arcilla, productos antiedad, opciones aclarantes, mascarillas humectantes, antimanchas o demás, su aplicación es más delicada y solo se recomiendan una vez por semana, siempre y cuando se le dé el resto de los días un tratamiento adecuado a la condición de tu piel.
En el caso de mascarillas abrasivas, como las de carbón activado o incluso las mascarillas tipo peel off, debido a su naturaleza y al hecho de que pueden llegar a dañar la piel, no son para nada recomendadas para un uso tan frecuente, sino que conviene utilizarlas tan solo cada 10 días si tienes el rostro graso o 15 si tu piel es seca o sensible.
A qué hora del día utilizar mascarillas faciales
Sumado a la frecuencia de uso, al aplicar toda clase de mascarillas en tu rostro debes tener presente el horario en que vas a utilizarlas, algo que aunque pueda parecer irrelevante, sí que tiene algo de peso en los resultados que puedes llegar a conseguir.
Si aplicas el producto a la hora incorrecta, es posible que tu dermis no esté del todo preparada para hacerse con las ventajas que ofrece la sustancia, por lo que termines tardando un poco más de lo esperado para lograr tu objetivo y mejorar la apariencia de tu piel, la meta que tiene la gran mayoría de personas que usan este tipo de alternativas de cuidado.
A diferencia del punto anterior, el horario en sí no depende tanto de los ingredientes contenidos en el producto, aunque este es un factor que en algunos casos debes tener presente. Si tienes una mascarilla especial que use elementos fotosensibilizantes debes evitar a toda costa un uso diurno ya que puede llegar a causar lesiones e incomodidad en tu cutis.
Si por el contrario, posees una mascarilla protectora, que ayude a contrarrestar y prevenir los daños causados por el medio ambiente, la misma no es del todo conveniente para las noches, ya que no vas a lograr sacarle el máximo provecho. En este aspecto, siempre debes tener en cuenta lo que quieres lograr, y seguir de forma activa los consejos de Cómo elegir la mejor mascarilla facial según tu tipo de piel
Qué pasa si tu mascarilla no especifica este punto
En el caso de que el aspecto antes mencionado no sea un inconveniente y no estés utilizando un producto que cumpla con dichas características, el horario será menos restrictivo. Puedes utilizar una mascarilla en tu rostro sin problemas a la hora que más desees o cuando dispongas del tiempo necesario, ya que estas están diseñadas para no generar efectos nocivos en tu piel.
Aunque si tienes ganas y tiempo para sacar el máximo provecho, muchos expertos recomiendan dar mayor prioridad al uso nocturno, como parte de la rutina de cuidado facial.
Al aplicar la mascarilla en la noche, estás asegurándote que tu piel podrá sacar el máximo provecho a los nutrientes, ya que diversos estudios han demostrado que al dormir la dermis está más presta a recibir todos los elementos que se le han aplicado, lo que permite que estos penetren con mayor rapidez y alcancen a llegar hasta las capas más profundas de la piel en menos tiempo, algo que durante el día al estar activos es casi imposible.
Paso a paso para aplicar correctamente una mascarilla
Una vez que ya sabes a ciencia cierta cuándo es el momento más adecuado para utilizar una mascarilla que te ayude a cuidar tu piel, lo siguiente para lograr una aplicación adecuada es saber exactamente el proceso de aplicación en sí. El paso en el que aunque la inmensa mayoría suele creer que no hay mucho que decir, es el que requiere una mayor explicación.
Sin importar si aplicas técnicas como el Multimasking o que estés utilizando mascarillas convencionales de rostro completo, no debes simplemente ver el mejor momento y ponerla en tu piel sin más, sino que lo más conveniente es seguir una rutina de uso, la cual consta de varios pasos pensados para lograr ayudar a tu piel a sentirse más preparada para los ingredientes que vas a aplicar.
Este es un aspecto que suele dividir a la gente en dos grandes grupos principales, el de la mayoría que no lo tiene demasiado presente, y el de quienes aunque saben que deben preparar su piel, no toman el proceso con la seriedad necesaria y cometen varios errores de mayor o menor importancia.
Si hasta ahora te está comenzando a interesar dar al fin un uso adecuado a tus mascarillas, a continuación te explicamos de una manera simple y breve cuál es la técnica más adecuada para aplicarla. Te recomendamos que si hasta ahora lo has hecho de una manera distinta, intentes hacer el cambio y probar con este procedimiento a ver si ves alguna mejoría.
Lava tu cara
Jamás debes aplicar una mascarilla facial en un rostro sucio, sin importar si se trata de una opción limpiadora, peel off, de carbón estilo la que te explicamos cómo elaborar en Mascarilla de carbón activo: qué es y cómo hacerla en casa o de cualquier otro tipo.
Por ello, el primer paso de una correcta rutina de aplicación de mascarilla facial es justamente proceder a un lavado completo de tu cara. Comienza como en cualquier rutina diaria, con el uso de desmaquillante de ser necesario y luego utilizando jabones y limpiadores faciales acordes a las necesidades de tu piel.
Para este procedimiento, no es del todo recomendado utilizar limpiadores demasiado irritantes ni aplicar mucha fuerza, ya que podrías ocasionar por accidente algunas micro lesiones que afecten el resultado final del producto que has utilizado.
Seca todo el rostro
Tras haber lavado tu piel de manera correcta, debes proceder a secarla muy bien. Este paso aunque va obviamente muy ligado al anterior merece ser mencionado de forma independiente, ya que es un punto al que también debes obligatoriamente prestar bastante atención.
No cometas el error de secar tu cara con la misma toalla que usas para secar tu cuerpo después de bañarte, ni mucho menos la aplicada en el área del cabello. Los expertos en dermatología recomiendan que consigas una pequeña que uses exclusivamente para tu cara.
La razón de ello, es que aunque hagamos una limpieza adecuada, las bacterias y contaminantes que se alijan en la piel del cuerpo son en algunas ocasiones distintas a las que encuentras en la cara. Por lo que, si te secas con la misma toalla, puedes estar agregando un extra de suciedad que sustituye a la que acabas de retirar.
Aplica la mascarilla
Lo siguiente será la propia utilización de la mascarilla. Este punto puede tener variaciones, ya que depende de la consistencia y objetivo de la sustancia que aplicas en tu piel, y del hecho de si se trata de una opción comercial o una mascarilla natural, como una de nuestras más recomendadas Recetas caseras de mascarilla hidratante
Si se trata de una mascarilla líquida, o cremosa debes comenzar con cuidado, puedes valerte de la ayuda de una paleta aplicadora, una brocha o un pincel de maquillaje que no uses para ningún otro producto, esto dependiendo de qué tan líquida sea la mezcla. También puedes aplicarla directamente con la yema de tus dedos, teniendo cuidado de no ejercer demasiada presión ni apretar mucho la zona para evitar daños en la piel.
Debes hacerlo con mucho cuidado, sin pasar el producto por las áreas más sensibles de tu cara que serían el contorno de los ojos y el costado de los labios, ya que estas áreas pueden verse afectadas debido a su alta delicadeza.
En el caso de que utilices mascarillas con otras texturas como la opción de tipo peel off, mascarillas espesas o incluso de carbón activo, la aplicación será muy similar, solo debes tener más cuidado de las zonas delicadas, y evitar preferiblemente el uso de tus dedos, ya que con las mismas es necesario crear una capa uniforme en la piel.
Si conoces Todo sobre las mascarillas de tipo peel off sabrás que se trata de una opción especial, que requiere un método de remoción un tanto distinto y muchas veces resulta un tanto complicado, la razón de ello en la mayoría de los casos está justo en este punto, ya que los usuarios por el afán de ahorrar un poco de producto, no lo aplican con la técnica correcta.
Espera el tiempo requerido
Una vez hayas cubierto tu cara o la zona de interés con tu mascarilla facial, será momento de comenzar a esperar. El tiempo total depende del producto, pero suele rondar entre los 10 y los 30 minutos, así que conviene no estar demasiado apurado para no tener que suspender el tratamiento por la mitad.
Te recomendamos que mientras lo haces aproveches para relajarte un poco y mantenerte quieto. Evita gesticular y hablar demasiado para prevenir el riesgo a que la mascarilla se agriete o seque de forma dispareja.
Elimina la mascarilla
Para terminar, una vez transcurridos los minutos de espera, procede a remover el sobrante de mascarilla. Para ello se recomienda utilizar abundante agua tibia y de ser necesario apoyarse de jabones naturales, evitando a toda costa el uso de limpiadores profundos, toallitas o cualquier elemento que penetre en la piel y pueda remover de su interior los nutrientes que ha logrado absorber.
Qué hacer después de haberla retirado de tu rostro
Si bien a este punto ya sabes realmente cómo debes usar una mascarilla facial de forma correcta, tanto si se trata de una comercial o alguna de Las mejores mascarillas caseras para los puntos negros, debes tener presente que estas alternativas, como ocurre con todas, necesitan una atención integral, donde no solo se tenga presente el momento de haberlas usado sino que se sigan las medidas necesarias para asegurar su efectividad.
Hay varios aspectos que debes considerar después de haber utilizado esta alternativa, pero entre los más resaltantes podemos encontrar los siguientes:
Debes siempre aplicar un humectante
Al terminar de aplicarla, muchas personas creen que ya su piel ha recibido el tratamiento necesario, y simplemente continúan su día como si nada. Este es un error bastante grande, ya que es obligatorio completar el proceso con otra sustancia nutritiva esencial.
Con cualquier mascarilla simple, la crema humectante cumple la función de sellar el producto en el interior de tu piel y a que los nutrientes alcancen las capas más profundas. Pero si has usado mascarillas abrasivas, exfoliantes o muy concentradas, este aspecto cobra mayor relevancia, ya que la crema ayuda a calmar la epidermis y prevenir que se dañe o agriete, reduciendo la probabilidad de desarrollar imperfecciones y arrugas.
Si utilizas la mascarilla en la mañana, no salgas sin protector solar
Después de haber aplicado una mascarilla es muy probable que tu piel haya tomado cierta sensibilidad a los elementos y es mucho más necesario que hagas lo posible por prevenir que dañen tu piel.
Si bien aunque no haya usado este producto, no se recomienda exponerse al sol sin protección, después de aplicarlo esta norma se vuelve mucho más relevante. Si te expones sin una capa de protección con seguridad los rayos UV van a penetrar más fácil en tu dermis, y las probabilidades de desarrollar imperfecciones serán mayores
Complementa su acción con otros productos de cuidado facial
Por último pero no menos importante no podemos dejar de recordarte que aunque son altamente efectivas, las mascarillas no son por si solas un producto en el que puedas confiar la salud de tu piel.
Si usas Las mejores recetas de mascarilla facial iluminadora o cualquier otra una o dos veces por semana, es obligatorio que el resto de los días sigas una rutina completa de cuidado facial, en la que incluyas cremas, sueros y demás elementos que aseguren un cuidado completo.