El aloe vera es, quizás, uno de los remedios herbales más ampliamente usados para las condiciones tópicas de la piel.
Sus beneficios generalizados no son nada nuevo: como uno de los primeros productos botánicos curativos registrados, la sábila se ha utilizado durante milenios.
En el Antiguo Egipto, era considerada «la planta de la eternidad«, y formaba parte de las rutinas de cuidado de la piel de los vivos, y se utilizaba para embalsamar a los muertos, gracias a sus propiedades antifúngicas.
Pero a pesar de sus propiedades beneficiosas, es posible que te estés preguntando si es seguro para utilizarlo en la cara. La respuesta corta es sí.
Cuando se usa correctamente, el aloe vera puede ayudar a tratar prácticamente cualquier problema de piel que tengas. Es difícil que un ingrediente que ha sido usado en todo el mundo durante 2000 años pueda no ser efectivo.
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Propiedades del Aloe Vera
El aloe vera que utilizamos en nuestra piel presente en los geles o cremas se deriva de la planta llamada Aloe Barbadensis Miller. Es precisamente la sustancia gelatinosa que se encuentra dentro de las hojas de la planta.
Está llena de compuestos bioactivos que son ricos en vitaminas A, B, C, D y E, así como en minerales como el magnesio, el potasio y el zinc. Se cree que todos estos son los responsables de los beneficios «curativos» del aloe.
Esta sábila es excelente para la piel porque contiene antioxidantes, que ayudan a prevenir el daño causado por los factores estresantes del medio ambiente.
Tiene polisacáridos que proporcionan beneficios hidratantes y antiinflamatorios y proporcionan una barrera protectora en la piel.
También tiene propiedades antibacterianas, que aceleran la curación y evitan la proliferación del acné, y sus propiedades astringentes cierran los poros.
Se ha demostrado que acelera la cicatrización de las heridas al mejorar la circulación sanguínea por toda el área y prevenir la muerte celular alrededor del daño de la piel.
El aloe también estimula los fibroblastos que producen las fibras de colágeno y elastina, haciendo que la piel esté más elástica y menos arrugada.
Es un gran ingrediente para la gente que tiene la piel sensible y reactiva, ya que no suele dar problemas de irritación al ser totalmente calmante y natural.
¿Qué puede hacer el aloe vera por la piel de tu rostro?
Repara las quemaduras
Si te ha saltado aceite caliente a la cara y tienes una pequeña quemadura, puedes repararla rápidamente con aloe vera.
Además de proporcionar una sensación de frescor inmediata, el aloe trata la piel quemada con sus vitaminas y minerales. Reduce el aumento del calor, la irritación, el enrojecimiento, la evaporación de agua y la sensación de tirantez.
Cualquier tipo de quemadura deja dañada la barrera de la piel, y como el aloe proporciona hidratación intensa, puede ayudar a reparar la barrera más rápidamente. Aplícalo hasta 3 veces al día sobre la zona quemada, siempre que sea un quemado leve.
Trata las quemaduras solares
Aunque te pongas protección solar facial, puedes quemarte si no lo renuevas regularmente. Si es tu caso y te has quemado, ayuda a calmar las quemaduras con aloe vera. Además de repararla y calmarla rápidamente, no te dejará marca.
Aún así, sigue siendo importante ponerse protección solar todos los días, ya que la sábila no repara los daños acumulativos de las quemaduras solares.
Hidrata la piel seca
El gel de aloe vera se absorbe fácilmente y no genera más grasa, haciéndolo ideal para hidratar las pieles con tendencia acnéica.
También puede ayudar a hidratar las pieles secas debido a la gran cantidad de agua que tiene.
Cámbialo por tu hidratante habitual después de la limpieza para sellar la humedad de la piel.
Alivia el eccema
Los efectos hidratantes y calmantes de la sábila pueden ayudar a aliviar la piel seca y con comezón asociada con el eccema y la dermatitis.
El gel de aloe vera también puede ayudar a aliviar la dermatitis seborreica.
Aunque esta forma de eccema se encuentra con mayor frecuencia en el cuero cabelludo, también puede afectar partes de la cara y detrás de las orejas.
Alivia la psoriasis
Al igual que con el eccema, puede ayudar a aliviar la inflamación y la comezón que provoca la psoriasis. Para obtener mejores resultados, aplica el gel de aloe vera dos veces al día en el área afectada de la piel.
Reduce el acné inflamatorio
Debido a los efectos antiinflamatorios, la sábila puede ayudar a tratar formas inflamatorias de acné, como pústulas y nódulos.
Aplica el gel con un bastoncillo de algodón directamente sobre el grano tres veces al día hasta su reducción. No te dejará marcas. Aquí tienes más información.
Calma las pequeñas abrasiones
Si te has raspado la barbilla o la frente, puedes aplicar aloe vera en el área para aliviar rápidamente el dolor y las sensaciones de ardor y escozor. Utilízalo tres veces al día hasta que la herida quede completamente curada.
Cicatriza pequeños cortes
La estructura molecular de la planta ayuda a curar heridas rápidamente y minimiza la cicatrización al aumentar el colágeno y combatir las bacterias. Aplícalo hasta tres veces al día.
¿A qué esperas para comprarte una planta de aloe vera? ¡Las posibilidades son infinitas! Corta una hoja y aplicar el gel transparente directamente sobre el rostro como una mascarilla; o extrae el gel y haz tu propio exfoliante.
Y si no, siempre puedes comprar una crema facial con aloe vera; aquí te recomendamos las mejores. La que más nos ha gustado es la de Nezeni Cosmetics, descubre aquí nuestra experiencia.
Y las opciones low cost las tienes en Lidl y Mercadona.
Cómo utilizarlo
Prepara y exfolia la piel
Primero, limpia suavemente tu piel con tu limpiador habitual. Para eliminar las células muertas de la epidermis, utiliza un exfoliante en gel o una toallita exfoliante.
Las enzimas de la sábila también pueden ayudar a exfoliar la piel, pero si estás buscando algo más fuerte, te recomendaría el uso de un exfoliante con gránulos.
Omite la exfoliación si vas a aplicar la crema sobre una quemadura o sobre la piel que de otra manera está irritada o inflamada.
Aplica la crema o el gel sobre el rostro
El gel o la crema de aloe vera comercial o la versión casera puede ser aplicada directamente sobre la piel usando las yemas de los dedos limpias.
Comienza aplicando un pequeño punto de gel en la piel de la parte interior de la muñeca para asegurarte de que no eres alérgico o sensible a la sábila. Limpia y deja que se seque.
Asumiendo que no eres alérgico, usa las yemas de los dedos para aplicar el gel sobre la cara, usando pequeños círculos concéntricos. Repite hasta que toda tu piel esté cubierta.
Dependiendo del efecto deseado, puedes retirar después de 30 minutos o repetir la aplicación cada pocas horas.
Advertencia: Si experimentas enrojecimiento, irritación o hinchazón, NO apliques el gel de aloe vera en tu cara. Consulta con tu dermatólogo antes de usarlo, especialmente si tienes la piel sensible o antecedentes de reacciones alérgicas en la piel.
Fuentes de referencia:
National Center for Complementary and Integrative Health – Aloe Vera
Wounds – The Effects of Aloe vera on Wound Healing in Cell Proliferation, Migration, and Viability.