El ácido hialurónico es en la actualidad casi un imprescindible en los sérums: puede decirse que está presente en una aplastante mayoría de ellos.
Nosotros tenemos una lista propia de favoritos: Sérums con ácido hialurónico: los mejores.
Beneficia la piel en todos sus niveles, por lo que está presente tanto en sérums como en hidratantes. Para entender por qué es tan popular y por qué merece la fama y la buena prensa que tiene hay que conocerlo a fondo, así que vamos con ello.
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¿Qué es el ácido hialurónico?
Químicamente es un polisacárido, una biomolécula compuesta de un gran número de sacáridos, moléculas simples de azúcares (hidrocarburos).
Entre sus principales características destacamos la gran capacidad que tienen todos los polisacáridos para atraer, absorber y retener grandes cantidades de agua.
En el caso del ácido hialurónico esta capacidad es enorme y pocas sustancias la superan: puede absorber hasta 1.000 veces su peso en agua.
El cuerpo humano produce ácido hialurónico de forma natural en cantidades que pueden parecer nimias y que, sin embargo, son suficientes para mantener el funcionamiento óptimo de órganos y estructuras tan importantes como los ojos, las articulaciones o la piel.
Un adulto medio tiene 15 gr de ácido hialurónico en su organismo y de esta cantidad un tercio (5 gr) se renueva a diario.
La piel es, con diferencia, el órgano que más ácido hialurónico utiliza.
Es una sustancia espesa y gelatinosa, transparente y altamente viscosa, lo que hace que sea perfecta para lubricar y humedecer los tejidos. Es lo que permite que las articulaciones trabajen sin rozamientos y soporten cargas de trabajo y también acolcha la piel, protegiéndola y dándole volumen: afecta la forma en que la piel responde a las lesiones y la deshidratación, entre otros.
El problema es que con la edad la capacidad del cuerpo para producir AH va descendiendo tanto en cantidad como en calidad.
La ingesta de alimentos que lo contengan o que contengan los llamados precursores del AH ayuda a mantener los niveles y dilatar la decadencia de los procesos metabólicos implicados en su producción.
Los alimentos ricos en almidón aportan ácido hialurónico, pero es importante también el consumo de magnesio para poder sintetizarlo. Este se encuentra en muchos vegetales, aunque hoy en día en menor proporción que hace años, debido al uso de fertilizantes químicos, así que es conveniente utilizar suplementos de magnesio a diario.
Pero la piel necesita un aporte extra y directo de este compuesto para mantenerse hidratada, tersa y joven.
Fuentes de ácido hialurónico
El AH puede ser de origen animal o vegetal.
En los inicios de su uso se obtenía exclusivamente de algunos animales, siendo la fuente principal las crestas de los gallos.
Sin embargo hoy en día se utiliza principalmente el de origen vegetal, que se consigue mediante la fermentación bacteriana de diferentes fuentes vegetales, entre las que figura el trigo, por lo que las personas celíacas o con intolerancia a esta proteína deben prestar atención al etiquetado para comprobar que sus cosméticos no contengan gluten.
El ácido hialurónico de origen animal todavía se utiliza con cierta frecuencia en medicina ortopédica y estética (en su forma inyectable) así como en los suplementos alimenticios.
Independientemente de su origen, es una sustancia absolutamente compatible con nuestro organismo, así que es totalmente segura y no produce rechazo ni reacciones adversas: las pocas que se han registrado parecen tener más que ver con la forma de aplicarlo y las sustancias añadidas que con el propio ácido hialurónico, ya que se han dado cuando esta sustancia se ha inyectado.
En cosmetología se suele utilizar el ácido hialurónico de origen vegetal por varias razones: es más barato y fácil de obtener y permite vender los productos como ecológicos, veganos, etc.
Desde luego, es el que te recomendamos si vas a hacer tus pinitos en la fabricación casera de sérum con ácido hialurónico.
El sérum y el ácido hialurónico
El sérum es el mejor vehículo para proporcionar ácido hialurónico a la piel. Veamos por qué (aquí te contamos con pelos y señales Todo sobre el sérum).
El sérum es el único cosmético que llega hasta las capas más profundas de la piel (los boosters, tratamientos de choque y demás son solo variantes del sérum, más potentes pero que no se pueden utilizar sin medida, justamente por su potencia).
¿Cómo lo consigue? Gracias a que está hecho con moléculas muy pequeñas, que logran pasar la barrea epidérmica sin problemas y penetrar hasta las zonas más remotas de la dermis.
Esta barrera impide que la mayoría de los compuestos y cosméticos penetren en la piel, ya que esa es exactamente su función: proteger y evitar que agentes extraños pasen y puedan dañar no ya la piel, sino el organismo.
Las grandes moléculas de casi todos los compuestos son la garantía de que no conseguirán pasar.
Pero es en las capas internas donde la piel realiza todas sus tareas metabólicas de mantenimiento, regeneración, etc. y por lo tanto es ahí donde hay que llegar para hacer un verdadero cambio, ya sea corregir o bien estimular y mantener los propios procesos cutáneos.
Si a esa capacidad de penetración del sérum le sumamos que está compuesto de ingredientes muy concentrados y potentes, el resultado es un producto casi milagroso, porque consigue, realmente, afectar y modificar la forma en que la piel funciona.
En el caso de un ingrediente como el ácido hialurónico, estas características únicas de los sérums son perfectas, ya que para tener una piel hidratada es necesario que llegue a todas las capas de la piel, en las que hará su trabajo de distintas maneras.
Las cremas solo pueden aportar este ingrediente a las partes más externas de la epidermis, donde también es necesario, pero no es suficiente para tener la piel tersa, joven y cuidada desde la raíz y durante mucho más tiempo (te remitimos a nuestro artículo Conoce las diferencias entre el sérum y la crema hidratante).
Y esto nos lleva a un aspecto clave del ácido hialurónico en los sérums: el peso molecular.
El peso molecular del ácido hialurónico es fundamental en el sérum
Es una expresión que se oye mucho asociada al ácido hialurónico, así que vamos a ver qué significa y por qué es importante.
No todas las moléculas de AH son iguales.
El tamaño de estas moléculas es lo que conocemos como el peso molecular: del que está hecho con moléculas grandes decimos que tiene un alto peso molecular.
A grandes rasgos podemos distinguir, según su peso molecular, entre AH de alto y de bajo peso molecular. Hay hasta seis tamaños, pero en cosmética se manejan normalmente estos dos, con variantes (el peso, alto o bajo, puede ser mayor o menor).
Cuanto menor el peso molecular, más capacidad de penetración tendrá el ácido hialurónico.
Evidentemente, el de bajo peso molecular tiene sentido en un sérum y no en otras composiciones de moléculas mayores, porque no podría penetrar.
Veamos en qué se diferencian.
El ácido hialurónico de alto peso molecular es efectivo durante poco tiempo. Se compone de moléculas de 1500 kDa o mayores que no pueden penetrar la barrera cutánea. Sin embargo, junto con la queratina de la piel forma una película que hidrata el cutis y mejora su elasticidad. Sin embargo, esta desaparece fácil y rápidamente, sin ofrecer ninguna ventaja a medio o largo plazo. Tiene propiedades antiinflamatorias y protectoras.
El de bajo peso molecular penetra profundamente y sí funciona a largo plazo. Está constituido por moléculas de 80 kDa o menores que, al acumularse en el tejido conectivo de la piel aseguran que el agua se almacene en esa zona. Como resultado, además de una profunda y duradera hidratación tiene un efecto tensor y antiarrugas duradero, que puede llegar a ser regenerador.
Los estudios clínicos realizados muestran claramente que cuando el peso molecular es superior a los 1.000 kDa apenas tiene efecto en la piel, porque se elimina con demasiada facilidad; por otro lado, con un peso inferior a los 80 kDa puede resultar inflamatorio.
Un buen sérum tendrá tanto AH de alto como de bajo peso molecular, para asegurar que toda la piel está bien hidratada y estimulada.
¿Quiere eso decir que si tu sérum solo tiene AH de alto peso molecular no es bueno? No, pero sí quiere decir que en ese caso el sérum no conseguirá que llegue hasta las partes más profundas de la piel y la hidratación será superficial, lo que nunca debería ser el objetivo único de un sérum.
Un sérum magnífico tendrá, además, algún precursor del ácido hialurónico, es decir, algún ingrediente que pueda estimular y reactivar los procesos por los que la piel lo produce, alargando así el tiempo en que la propia piel va a seguir siendo efectiva y capaz de mantenerse a sí misma.
Sérum con ácido hialurónico: sus magníficos beneficios
Las principales formas en que el un sérum con ácido hialurónico beneficia a tu piel (pero no las únicas) son:
Sérum + ácido hialurónico: hidratante y humectante
Lo hace gracias a su poder para atraer y retener la humedad, y lo hace por dos caminos:
Primero, cuando hay humedad disponible en la atmósfera, el ácido hialurónico atrapa las moléculas de agua y las retiene en la capa externa de la piel.
En segundo lugar, si la humedad no está disponible externamente, el ácido hialurónico atrae el agua de las capas más profundas de la piel y redirige esta fuente de hidratación donde se necesita.
Un apunte de interés: independientemente del origen del agua esta siempre corre el riesgo de evaporarse. Esto puede provocar deshidratación (lo contrario de lo que desea), así que asegúrate de sellar tu suero de ácido hialurónico con una crema hidratante rica en emolientes (Conoce las diferencias entre el sérum y la crema hidratante).
El sérum con ácido hialurónico previene la aparición del acné y de reacciones por sensibilidad
Uno de los beneficios del ácido hialurónico como humectante es su capacidad para regular el nivel de humedad en la piel, tomándola de donde se encuentra y llevándola hacia donde hace falta.
Para que esta hidratación sea uniforme es necesario que el AH llegue a todas las zonas de la piel, gracias al sérum, lo que también puede ayudar a equilibrar la cantidad de grasa en la piel, al tratar la piel deshidratada, que llega a producir sebo en exceso para compensar la falta de humedad, lo que a su vez puede provocar brotes de acné.
Por otra parte, las pieles secas y sensibles son propensas a brotes reactivos, así como las pieles con dermatitis y otras dolencias son a su vez más sensibles.
La hidratación profunda proporcionada por el sérum con ácido hialurónico ayuda a ir mejorando todas estas condiciones.
Sérum con ácido hialurónico para fortalecer la piel
Uno de los mayores beneficios del ácido hialurónico es su capacidad para curar y reparar heridas, pero también para hacer la piel más fuerte y resistente.
Debido a su participación en el tejido corporal y cutáneo, los niveles de ácido hialurónico aumentan donde hay heridas. Más de la mitad de los niveles de ácido hialurónico del cuerpo se encuentran en la piel y cuando la piel está inflamada o lesionada el ácido hialurónico acelera los procesos de curación y cicatrización.
También parece que el ácido hialurónico presente durante la cicatrización de heridas ayuda en la síntesis de varios tipos de colágeno, ya que el colágeno está presente en los procesos de la reparación de la piel.
Ante una herida o una contusión, el ácido hialurónico y el colágeno de nuestro organismo se activan para reparar los daños.
El uso diario de un sérum con ácido hialurónico tiene como resultado la disminución o desaparición de cicatrices, marcas de todo tipo, lesiones, etc.
Notarás que cuando utilizas un sérum con AH tu piel se recompone en menos tiempo y los daños parecen más leves.
El seŕum con ácido hialurónico protege de los radicales libres
Recientes investigaciones muestran que los beneficios del ácido hialurónico incluyen propiedades antioxidantes, lo que significa nos defiende del estrés oxidativo (más información sobre antioxidantes).
Esta propiedad se multiplica en un sérum cuando se combina el AH con otros antioxidantes (que haga pareja frecuentemente con la vitamina C no es casualidad ni capricho).
Dado que el ácido hialurónico ayuda a curar heridas y calmar la inflamación, esto no es ninguna sorpresa. Sin embargo, se necesita más investigación para conocer bien las propiedades antioxidantes del ácido hialurónico y su alcance cuando se aplica tópicamente.
El ácido hialurónico en un sérum mejora la barrera dérmica natural
La barrera de la piel es una parte fundamental de la salud cutánea, de la protección de la piel y de todo el organismo.
Puesto que la piel es la primera línea de defensa de nuestro cuerpo, dependemos de ella todos los días para proteger nuestros órganos de contaminantes, patógenos y otras amenazas.
Sin embargo, en cuanto la piel no está sana, ya sea grasa o seca, joven o madura, su función de barrera queda comprometida, lo que impide que el cuerpo se defienda de cualquier agresión o que lo haga con eficacia.
Las defensas de la piel se inhiben aún más cuando esta está en contacto con ingredientes y productos peligrosos y/o dañinos.
Al aplicarte un sérum con ácido hialurónico a diario estás fortaleciendo y mejorando el efecto barrera, al mantener una hidratación equilibrada e incrementar la protección contra los radicales libres.
Prevenir y retrasar el envejecimiento cutáneo con un sérum con ácido hialurónico
Las propiedades antienvejecimiento del ácido hialurónico se han estudiado durante mucho tiempo y se ha confirmado su papel en la lucha contra muchas de las señales que el tiempo deja en la piel.
Cuando se aplica en un sérum puede disminuir la profundidad de las arrugas hasta en un 40% y aumentar la firmeza y elasticidad de la piel hasta en un 50%.
En este sentido, el de alto peso molecular resulta especialmente útil y efectivo, ya que las pieles maduras pierden esta sustancia antes en la epidermis que en la dermis y, además, se degrada rápidamente, por lo que se necesita ácido hialurónico externo para rellenar las líneas finas y arrugas.
Por su parte el AH de bajo peso molecular mantiene las funciones cutáneas de producción en mucho mejor estado durante mucho más tiempo, favoreciendo a toda la piel.
Busca un sérum que contenga diferentes pesos moleculares si quieres resultados palpables.
Finalmente, el trabajo antioxidante de este ingrediente ayuda a retrasar el fotoenvejecimiento causado por el sol y responsable en hasta un 80% del envejecimiento prematuro de la piel, así como a reparar el ya causado.
El ácido hialurónico en el sérum mejora el tono de la piel y reduce manchas
Además de reducir las líneas finas y las arrugas y aumentar la firmeza del cutis, el ácido hialurónico ayuda a que el tono de la piel sea más uniforme y luminoso.
Con un sérum lograrás suavizar e igualar la superficie cutánea gracias a su acción antiarrugas, que mejora y uniforma su apariencia.
Pero es que además el sérum con AH previene y reduce la aparición de manchas,por sus propiedades antioxidantes y su papel en la renovación celular.
El sérum con ácido hialurónico promueve la renovación celular y la resiliencia cutánea
Lo que quiere decir que colabora activamente en el proceso de recambio de las células cutáneas (de ahí parte de su efecto curativo, antimanchas, etc.) y que aumenta notablemente la capacidad de la piel para mantenerse sana, defenderse y protegerse.
Dado que estos procesos son internos, este efecto maravilloso solo puede ofrecértelo un sérum.
El sérum con ácido hialurónico y otros ingredientes
Para maximizar los beneficios del ácido hialurónico intenta utilizar un sérum que combine este maravilloso hidratante (y mucho más, como hemos visto) con ingredientes que mejoren sus resultados.
Las mejores combinaciones del ácido hialurónico en un sérum
Un sérum con ácido hialurónico y retinoides (vitamina A y derivados) trabajan para renovar la piel a la vez que se incrementa el poder hidratante de ambos.
Añadir ceramidas al sérum da como resultado una combinación perfecta: las ceramidas sellan las moléculas de agua que atrae el ácido hialurónico, evitando la pérdida de humedad e incrementando su poder hidratante y antiedad.
Una combinación ya clásica y que funciona de maravilla es la que hace con la vitamina C, otro ingrediente espectacular.
Es quizá la mejor combinación para tener un sérum completo: ambos ven sus propiedades intensificadas y la hidratación, la protección, la regeneración, etc. se incrementan. Juntos son un tratamiento casi perfecto para, literalmente, cualquier piel, sin importar su tipo, edad o problemas específicos.
En realidad el ácido hialurónico es un compuesto tan potente como amable con la piel y compatible con casi cualquier ingrediente, lo que explica que aparezca en tantos sérums.
Una excepción a esta regla son los ácidos cuya formulación requiere un pH muy bajo, como ocurre con el ácido glicólico. En un entorno así el AH tiende a degradarse con facilidad y perder todas sus propiedades, sobre todo cuando se trata de un śerum, en el que los ingredientes son tan potentes. No es una mezcla peligrosa pero no tiene sentido.
Lo importante es comprobar tu sérum tiene las cantidades necesarias y seguras de ácido hialurónico y, por supuesto, que la fórmula no contiene ingredientes nocivos, tóxicos, irritantes, etc.
El rango de eficacia del AH está entre el 1% y el 2%. Muchos sérums contienen cantidades en torno al 0,5% e incluso inferiores que no pueden garantizar que nuestra piel vaya a beneficiarse de este compuesto.
En el otro extremo, por encima del 2% se convierte en desecante, ya que debido a su capacidad de absorber humedad, empieza a «robarla» peligrosamente de las capas profundas de la piel. Por eso está regulado su uso legalmente y no se permite utilizar más de esta proporción en los cosméticos.
Si encuentras algún sérum de confianza que se publicita con cantidades por encima del 2% de AH no te preocupes, porque lo que significa es que se ha realizado una solución al 2% de la que se utiliza un 10% en la fórmula. Eso sí, en el cómputo final en realidad, habrá muy poco en tu sérum (un 10% de un 2%… calcula), así que no sería la mejor elección.
Tienes que buscar su puesto en el INCI para hacerte una idea de si hay suficiente en cada sérum que te plantees probar (te damos más información al final del artículo).
¿Cómo elegir el mejor sérum con ácido hialurónico?
Depende de tu piel, tu edad, tus problemas cutáneos puntuales y tus gustos.
Como has podido comprobar, combina con prácticamente cualquier ingrediente y mejora todas las fórmulas (bueno, casi todas).
Lo que está claro es que lo puedes buscar en la composición del tipo de sérum que elijas y su presencia (en cantidad suficiente) siempre hará que tu piel esté mucho mejor en todos los sentidos y aspectos, tanto los visibles como los internos que, al final, son los más importantes porque acabarán reflejándose en tu rostro y el aspecto de tu piel.
El resumen es: sea cual sea el sérum que elijas, con ácido hialurónico será mejor.
Detectar el ácido hialurónico en el INCI de un sérum
Poder leer las listas de ingredientes de un cosmético no significa que entendamos qué estamos leyendo. Desde luego, nos ha pasado a todos, pero aprender a hacerlo no es tan complicado y te da mucho más control de los productos que aplicas sobre tu piel, además de más capacidad para elegir el que realmente consideres mejor, prescindiendo del marketing salvaje que muchas veces hay en torno a la cosmética y que no refleja, necesariamente, la realidad de las fórmulas (que se califique una crema como natural no quiere decir que de verdad lo sea).
Para saber si tu crema o tu sérum contienen ácido hialurónico lo que tienes que buscar son ingredientes con la raíz «Hyal» en alguna parte de su nombre.
Ya hemos visto que existen dos tipos básicos de ácido hialurónico utilizados en los śerums, el de bajo y el de alto peso molecular.
El de alto peso molecular aparece en el INCI como Sodium Hyaluronate o Hyaluronic Acid; el de bajo peso molecular corresponde a las nomenclaturas Hydrolized Hyaluronic Acid o Hydrolyzed Hyaluronat.
Es importante que un sérum que dice tener ácido hialurónico no solo lo tenga, sino que lo tenga en la proporción suficiente para que su presencia marque una diferencia en la piel.
Cuanto más arriba esté en la lista de ingredientes, mejor.
Por otro lado, recuerda que tu sérum no puede tener más del 2%, así que nunca estará el primero, pero debería estar entre los del principio.
Normalmente, en los últimos puestos del INCI aparecen los excipientes (conservantes y demás) y las fragancias, que suelen estar en proporciones muy muy pequeñas (por debajo del 1% la práctica totalidad). Si el AH está entre ellos, ten claro que aparece solo a título de inventario para poder decir que está, pero apenas notarás cambios en tu piel que le puedas atribuir.